En la entrada del Hotel de Montaña CicloLodge está la bicicleta con la que Miguel Induráin ganó el Tour de Francia de 1995. Es la pieza de colección más reseñable de este lugar, pero en absoluto la única. Todo el lugar es un homenaje al ciclismo, lo que lo convierte en el único hotel temático dedicado al mundo de la bicicleta de España. Se encuentra en Lozoya, en la sierra de Madrid.
El sitio está regentado por el aventurero Antonio de la Rosa. "Somos dos socios, José María Arias y yo. Somos amigos desde hace muchos años y siempre nos ha gustado viajar de cualquier forma y una de las maneras que tenemos de viajar muchas veces es con la bicicleta", explica De la Rosa en conversación telefónica con este periódico.
"Haciendo viajes nos dimos cuenta de la necesidad que hay de un lugar de este tipo, porque muchas veces viajas con tu bicicleta, que es parte de ti y llegas a un hotel y te dicen que la bicicleta la guardas en un garaje, con las herramientas, con toda la mierda, o en el sótano, o directamente la metes en la habitación".
"Entonces nos planteamos hacer un lugar más o menos temático de la bicicleta en el cual un ciclista se sintiera como en casa. Por eso salió adelante CicloLodge. No hay nada de este tipo, ni en España ni en Europa", asegura De La Rosa. "En España hay hoteles que están acondicionados para bicicleta, que son bike friendly, etcétera. Pero lo que es que la temática de la bicicleta no hay ninguno en España".
De esta manera nació CicloLodge, hace ahora cuatro años, a las puertas de la pandemia de Covid-19. "Justo arrancamos y a los seis meses llegó la pandemia. Estuvimos seis meses cerrados. La verdad es que fue muy duro porque la inversión ha sido muy grande, hemos metido muchísimo dinero en mejoras".
El lugar elegido fue un antiguo cuartel de la Guardia Civil en Lozoya, un enclave en un entorno privilegiado para los amantes de la naturaleza y los deportes de montaña. "Cuando lo cogimos nosotros, le dimos una vuelta entera. Invertimos muchísimo dinero".
"A los seis meses de abrir, cerramos otros seis meses. Nos ha costado mucho salir adelante, pero ahora mismo estamos en un momento que vamos muy bien. Ya empezamos a tener lleno prácticamente todos los fines de semana y lo que estamos notando es mucha afluencia de grupos de empresas que vienen a hacer eventos corporativos. Eso nos está ayudando a cubrir los gastos y ojalá algún día ganemos dinero".
Al fin del mundo a remo
Para alojarse en este hotel no es necesario ser ciclista, ni deportista, ni aventurero. Sin embargo, quien lo regenta ha vivido un sinfín de aventuras. "Yo soy bombero pero llevo unos 20 años de excedencia. Monté una empresa de turismo activo que se llama Meridiano Right, que está en Lozoya. También tengo alquiler de piraguas, tengo parques de tirolinas y luego a nivel personal, lo que soy es aventurero. De hecho, acabo de volver ahora mismo de la Antártida que he cruzado a remo desde Cabo de Hornos hasta Georgia".
Lo dicho: no es necesario haber vivido esas aventuras para disfrutar de la estancia en este hotel. "Viene todo tipo de público, aunque sea de la temática de la bicicleta. Tenemos ocho apartamentos, cada apartamento es para cuatro personas, son dos habitaciones con un baño compartido. Vienen muchas familias, grupos de amigos, grupos de empresa, etcétera. Los ciclistas pueden ser un 20 o un 30%. Estamos haciendo también algunos retiros, todos enfocados al descanso, a la salud, porque bueno, es el entorno y el lugar para ello, ¿no?".
El CicloLogde actualmente da trabajo a seis personas y está a las puertas de ofrecer beneficios. Sus precios oscilan en torno a los 80 euros la noche y cuenta también con zonas de spa, que quita todos los males.
"A quien vengan le va a sorprender lo cerca que estamos de Madrid y lo lejos que parece que estamos. Porque el Valle del Lozoya está a poco más de media hora y parece que estás entrando en otro o en otra dimensión".