Cada lunes 16 de octubre se conmemora Día Mundial del Pan. Uno de los primeros alimentos que creó el ser humano primitivo hace unos 14.400 años antes de Cristo y que a día de hoy sigue siendo imprescindible en cualquier mesa.
También podríamos decir que es casi milenaria la herencia que han dejado los antepasados del catalán Xavier Barriga en sus panaderías Turris.
La pasión de la familia Barriga por hacer pan ha ido de generación en generación hasta que en 2008 nace Turris, cuando el maestro panadero Xavier Barriga crea su primer obrador en Barcelona con el objetivo de traer de vuelta las panaderías de toda la vida.
Desde entonces la marca no ha dejado de crecer y de ganar popularidad entre las calles catalanas, llegando a tener 32 panaderías en la ciudad condal. Este 2023, ha aterrizado en Madrid con dos nuevos obradores en los icónicos barrios de Salamanca y Chamberí.
Pero no sólo ha crecido a nivel geográfico, sino que también ha ampliado su oferta de productos con más de 200 referencias disponibles y tienda online.
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Sus obradores acristalados y a la vista en las calles madrileñas Hermosilla y Eloy Gonzalo destacan por sus 15 tipos de panes diferentes. Todos ellos elaborados con masa madre y largas fermentaciones, como sus hogazas, entre las que destacan las de sabores, como la de maíz o la chapata de aceitunas y nueces; los clásicos como el candeal; sus panes de harina de espelta y centeno; o su reconocido pan de Viena, disponible en formatos para todos los gustos: molde, barra y panecillos.
Desde los 14 años
Xavier empezó su andadura en el mundo del pan con tan sólo 14 años en el negocio familiar, Horno Barriga. Adquirió sus conocimientos sobre la materia mientras combinaba sus estudios con sus primeras masas de pan de la mano de su padre y pronto comenzó a despertar su interés por la elaboración artesanal del pan.
Al cumplir los 23 años dejó la panadería para viajar por Europa, donde continuó formándose como panadero. En 1999 estuvo trabajando como asesor técnico en una reconocida marca de hornos italiana y formó parte del departamento de investigación y desarrollo de una de las harineras más importantes del país.
El nombre de su marca de panaderías, Turris, es un guiño a su legado familiar y herencia, ya que al obrador familiar se la conocía comúnmente como Can Turris debido a que el bisabuelo de su bisabuelo era el encargado de vigilar desde un turris, una torre de vigilancia.
"Gran parte de lo que sé y soy hoy lo aprendí de mis padres. E indudablemente, Turris es un homenaje a ellos", concluye Xavier Barriga, el creador de estos obradores que están arrasando en Madrid.