Da la sensación de que cualquiera puede hacer unos espaguetis con tomate. Así. Simples. Sin muchos ingredientes. Pero ninguno estarán como los de Ornella porque Enrico Bosco, el CEO del grupo Pulcinella, guarda el secreto de la salsa de tomate de su nonna como si le fuera la vida en ello.

Eso sí, este sencillo plato, lleno de intensos sabores, sí se puede disfrutar en el nuevo restaurante Ornella que ha abierto en el espacio Caleido, debajo de las Cuatro Torres, y que alardea de dos cosas sencillas pero increíbles: de sus spaghetti pomodoro y del mejor atardecer de Madrid sin necesidad de salir de la ciudad.

La cristalera del fondo del local es el escenario perfecto para el juego de luces que se produce cuando el sol empieza a caer, justo el momento en el que el lugar se convierte en algo casi hipnótico. "Mágico", se atreven a decir todos los que ya han disfrutado del espectáculo. 

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Los espaguetis a la Carbonara de Ornella. E. E.

Además, el local dispone también de una increíble terraza que, tanto en invierno como en verano, se convierte en un plan ideal sobre todo los domingos, puesto que a la carta con auténticas recetas italianas se unen también cócteles y un Dj.

Pero Ornella Caleido no nace de la nada. Enrico Bosco podría considerarse el rey de la pasta en la comunidad, ya que su grupo cuenta ya con siete de los mejores locales italianos de Madrid gracias, sobre todo, a su apuesta por un producto exclusivamente procedente de Italia con las que hacer las auténticas recetas que podrían servirse tal cual en cualquier casa de la famosa bota europea.

Además, él reconoce que aprendió del mejor, su padre. Y es que cualquiera con un poco de bagaje gastronómico en Madrid ha comido algún plato de pasta del señor Bosco en Pulcinella, la trattoria que este año cumplirá 30 años y que demostró hace décadas ya lo difícil que es hacer auténtica gastronomía italiana aunque parezca lo contrario.

De esas brisas, estos vientos a toda vela que hacen que Ornella haya asumido todas las buenas prácticas del grupo, pero adaptándolas a los nuevos gustos y a los nuevos hábitos, siempre con los espaguetis pomodoro de la nonna en la cabeza.

La entrada de Ornella en Caleido. E. E.

Se podría decir que Enrico Bosco no es chef, aunque le guste cocinar, pero sí un investigador de la gastronomía de medio país de origen que le ha llevado a hacer malabarismos para conseguir que lleguen a sus cocinas los productos más típicos de Italia, siempre frescos.

"La burrata y la mozarela nos llegan los martes y los viernes y esos días se sacan ya a la mesa, aunque nos queden reservas, para que se puedan tomar lo más frescas posibles. Con las otras hacemos otras recetas en las que estos quesos se usan cocinados", advierte soltando casi sin querer uno de los secretos mejor guardados de Ornella: si quieres la burrata más fresca de todo Madrid, esos son los dos días mágicos de la semana.

Pero el queso no es lo único que marca la diferencia en sus platos de pasta. El vino es italiano. La pasta es de Rummo y cortada con bronce que hace que sea porosa y absorba todos los condimentos y salsas que se utilizan, casi desde el corazón. La trufa es italiana. La mortadela es italiana. Y sólo para el vitello, casi como una excepción y un guiño a su otro medio país, traen la carne de ternera de Ávila. No es mal sitio para este producto.

"Ornella ofrece una propuesta seria de cocina italiana, de la de verdad, sin fusiones ni mezclas raras, en un equilibrio calidad-precio difícil de encontrar", insiste Enrico Bosco mientras mira si los platos que salen de la cocina tienen el punto perfecto de cocción sin probarlos. "Sólo con el color, ya se sabe", sonríe.

El Nutellotto de Ornella. E. E.

Ornella Caleido cuenta con una decoración mimada y elegante y se ha convertido en la mejor apertura del grupo sin dudarlo. El éxito le ha venido desde el primer día tanto por su ubicación como por su propuesta culinaria y, como no, por el atardecer mágico que se contempla desde sus mesas.

Entre los favoritos de la carta, el Tagliolini de trufa, el Scialatielli de bogavante, su famosa Carbonara y los Spaghetti Brontesi. Pero siempre hay que guardar algo para su tarta de queso, el tiramisú o un invento propio que denota lo dulce (y empalagoso a ratos) que pueden ser los (postres) italianos gastronómicamente hablando: el Nutellotto, con crema de Mascarpone con base de galleta, granela de pistacho y Nutella.

Tanto por su carta de cócteles como la variedad de su clientela y su bonita terraza, Ornella promete ser uno de los sitios de moda para esta primavera y verano porque permite disfrutar de unas vistas a las Cuatro Torres increíbles en un espacio muy apetecible. Demasiadas razones como para no ir a echar un vistazo a este nada simple restaurante italiano.