Estamos muy acostumbrados a buscar restaurantes en Madrid con vistas a edificios históricos, calles señoriales o parques con estilo. Sin embargo, hay otros lugares en la capital por descubrir que ofrecen una imagen de Madrid más parecida a Nueva York o Londres, por mucho que nos sorprenda.

Uno de esos restaurantes con vistas a los rascacielos de Madrid, tres plantas y varias terrazas es el recién abierto La Máquina Caleido, situado bajo las Cuatro Torres y con un rooftop que más parece sacado de Canary Wharf o de alguna esquina de Manhattan.

Además, estas tres plantas de restaurante, con espacios diferentes, nace con la garantía del buen hacer y, sobre todo, del buen comer del grupo La Máquina, pero con algunas propuestas rompedoras acordes con un lugar privilegiado pero al alcance de todos.

El interior de La Máquina Caleido. E. E.

El restaurante es un homenaje en su decoración y diseño, obra del gran Diego Gronda, al emblema que da nombre al grupo, una locomotora, y todos los espacios parecen reproducir la salida de un tren lujoso y señorial, como los del Orient Express, con más de 300 asientos y un destino final: una azotea con increíble vistas.

La planta baja, más allá de una terraza a pie de calle, es esa estación a pie de andén, a la espera de que salga el tren. Sus mesas más informales y una barra de entrada son el lugar perfecto para tomar algo rápido, pero con la calidad de los platos que garantiza siempre el grupo que encabeza, segunda generación ya, Sergio y Roberto Tejedor.

No hay que pasar por alto la oferta de aperitivos y pinchos como el "Bilbainito", con langostino, mayonesa, huevo y anchoa en salazón; o el "Bocatín Chivito", con lomo ibérico, queso, tomate, lechuga y huevo, entre otras sugerencias.

La Máquina Caleido. E. E.

Si queremos sentarnos y disfrutar del gran viaje, en la primera planta están nuestros asientos. La zona más sorprendente es la parte de la barra, con unas gigantes esculturas de fibra de vidrio y resina suspendidos en el techo e iluminados que emulan incluso el humo de la locomotora, y que es una zona acristalada, de taburetes altos y elegantes donde comer o disfrutar de un picoteo, unas ostras con un cóctel o un buen vino y un pincho a cualquier hora del día.

Aunque el mejor plan es pillar una mesa en la sala principal, inspirada en un auténtico vagón de tren de lujo Art Decó, un estilo de la época del apogeo de las locomotoras, y pedirse uno de los arroces que consiguió el Primer Premio Nacional de Arroz de Xátiva (Valencia).

Los hay secos y finos, como el tradicional A banda; y también caldosos y melosos, como el clásico de La Máquina de bogavante azul. Pero los grandes descubrimientos de La Máquina Caleido son el De campo, con pitu de caleya y longaniza, típico de Asturias, y un increíble arroz con tuétano de vacuno mayor, uno de los mejores que se puede comer en Madrid.

No es la única propuesta sorprendente del local número 14 de este grupo de restauración. También se puede optar por pescados salvajes por pieza, traídos a diario desde las distintas lonjas de España, como rapito, lenguado, besugo, virrey, o una lubina frita con su propia espina para chuparse los dedos.

La lubina frita de La Máquina Caleido. E. E.

Encontramos igualmente los clásicos mariscos al peso, la ensaladilla rusa La Máquina o la tortilla abierta de patatas y alcachofas, que son platos para llevárselos a cualquier rincón de este gastronómico tren y disfrutar de lo que pasa a través del cristal.

Eso sí, la sorpresa de La Máquina Caleido es, sin duda, sus cielos, ya que la tercera planta del edificio es una azotea perfecta para afterworks, copas y cenas o disfrutar de su carta de coctelería que puede tomarse en todo el restaurante.

Esta terraza, con vistas a los rascacielos de Madrid, estará en parte cubierta para que en el invierno también seguir siendo un lugar mágico donde tomarse un buen vino. O, ¿por qué no? Alguna de las cinco referencias de la bodega Pago de Carraovejas, una de las mejores que guarda La Máquina Caleido en su reservado. 

[La azotea oculta en el centro de Madrid rodeada de obras de arte y con vistas panorámicas]

Tanto esta planta como la primera están preparadas para que a cierta hora sea la música de un DJ quien convierta una sobremesa en un tardeo de altura, en todos los sentidos, regado con cócteles y mezclas para todos los gustos.

En la carta encontramos los típicos, que si mojitos o margaritas, pero no podemos perdernos el cóctel La Máquina, con ron blanco, triple seco, puré de maracuyá, sirope spicy y menta fresca; El Patrón, con tequila El Patrón, cointreau, puré de mango, sirope de agave y zumo de limón; el Viaje a Capri, con ron blanco, vodka, tequila, gin, blue curaçao y licor de melón; El diablo viste de Mari, con ron blanco, Puerto de indias, puré de coco, granadina y zumo de piña; o La chingona, con brandy, Disaronno, Baileys y canela.

Y por si no cabía mejor guinda, La Máquina Caleido cuenta con parking gratis para sus clientes, justo debajo de las Cuatro Torres, para que puedas disfrutar del viaje en este tren mágico, sin prisa y sin agobios.