Floren Domezain es "agricultor antes que cocinero", pero eso no quita para que siga siendo uno de los mejores chefs del país. Le bautizaron hace muchos años como el 'rey de las verduras' e incluso llegó a rechazar una estrella Michelin en su antiguo restaurante, "si me volvieran a ofrecer una en el nuevo, la rechazaría igual. Las estrellas me las dan sólo mis clientes".
Floren ha vuelto pisando fuerte, como es él: sin pelos en la lengua y abriendo un nuevo restaurante con su nombre, El Huerto de Floren Domezain. Las verduras y hortalizas que él mismo cultiva en su huerto de Tudela, de unas 50 hectáreas, vuelven a Madrid de la mano del Grupo La Fábrica para servirse en un restaurante ubicado en el número 21 de la calle Génova. "Me han ofrecido por ello mucho dinero", asegura.
Este afamado chef navarro lleva toda su vida cultivando verduras en su huerto. "El 'rey de las verduras' me lo puso una periodista hace más de 35 años, cuando yo sólo vendía productos de mi huerto a cocineros famosos", recuerda, porque Floren también es uno de los principales proveedores de galardonados restaurantes españoles.
Ahora, regresa después de haber cerrado su anterior restaurante de la calle Castelló de Madrid por la pandemia. El 8 de diciembre abrió las puertas de su nuevo proyecto en el que "la clientela es la misma", afirma. Es decir, reconocidos personajes como futbolistas, políticos y otras celebridades.
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Floren vuelve con sus platos clásicos. La cocina de El Huerto de Floren Domezain es una gastronomía basada en las verduras y las recetas tradicionales que intentan respetar el producto.
Habrá cambiado de ubicación, pero la carta es la misma y mantiene el ticket medio, de 70 euros por comensal. "Por qué cambiarla si va como un tiro. El plato que más gusta sigue siendo el tomate antiguo de Floren, 'el solomillo de la huerta'", dice el navarro.
Otros de sus platos más típicos de Floren son sus alcachofas tempranas puestas en flor con escamas de sal y 'la reina de la huerta', la Borraja bien acompañada. Además, tiene fueras de carta dependiendo de la temporalidad de cada verdura.
Ya en los platos principales se lanza al mar y la montaña, con especialidades como el bacalao al pil pil en tajada con piperrada casera o un buen chuletón a la brasa. Completan la carta sus arroces, a elegir entre verduras o de rabo de toro, elaborados a la brasa.
El recorrido hacia el interior del restaurante pasa por una terraza rodeada de vegetación. En su entrada, un gran mueble lleno de productos frescos recibe a los clientes, rodeado de verduras de temporada.
Cruzando unas escaleras, en las que encontrarás el gran retrato de Floren, llegas a un gran salón con un aforo de 196 personas y un gran mueble con algo más de 5 metros lineales en varias alturas de lechugas verdes. "Fue mi único requisito, tener un huerto de lechugas vertical", recuerda Floren.
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El Huerto de Floren Domezain regresa con un apasionado de las verduras a la cabeza, que consigue reflejarlo en el sabor de sus platos, para los que contamos con tiempo de sobra para probarlos, ya que Floren avisa de que le quedan muchos años de estar entre fogones: "No lo voy a dejar nunca".