La Gran Vía de Madrid estrenará un nuevo hotel de lujo este septiembre. La firma inmobiliaria parisina Zaka abrirá ese mes un cinco estrellas en el edificio centenario del número 20. La compañía ha difundido las primeras imágenes de cómo será por dentro el negocio.
Tendrá restaurante con bar y cócteles de autor, cabinas de tratamientos y piscina y, "como buen hotel parisino", una patisserie donde los turistas podrán "disfrutar de un café acompañado de un croissant recién horneado".
El nuevo establecimiento funcionará bajo la marca Brach, del Grupo Evok. Detrás de este nombre están los franceses de Zaka Investments, que compraron la construcción en noviembre de 2019 por 44 millones de euros.
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Las imágenes que han distribuido a través de esta página web son renders, es decir, proyecciones virtuales. Desde la compañía aseguran a este diario que están "ceñidas a la realidad" y que el proyecto quedará tal cual. En estos momentos, el hotel está en obras.
El edificio ocupa una parcela de 643 metros cuadrados y cuenta con 11 plantas: sótano y semisótano, planta baja, entreplanta y siete pisos. Forma parte del Catálogo General de Edificios Protegidos, con nivel 1.
Las imágenes virtuales muestran el aspecto que tendrán, por ejemplo, las habituaciones y las suites del Brach o del restaurante con bar. Aquí, se podrán comer "distintos platos de comida mediterránea y cócteles de autor".
La patisserie, la Capsule y Philippe Starck
El 'cerebro' del diseño y del decorado del hotel es Philippe Starck, reconocido decorador y diseñador francés. Otro sello galo vendrá de la mano de la patisserie, una pastelería a la que podrá accederse desde la calle. Además de croissants, los clientes encontrarán baguettes o podrán "simplemente quedar a tomar un té y un pastel a la hora de la merienda".
Otra de las estancias será La Capsule. Este lugar es un concepto creado directamente por el cofundador y director general de Evok, Emmanuel Sauvage. Lo definen como un espacio 'wellness' que contará con cabinas de tratamientos, saunas o piscina con cubierta, "entre otras muchas instalaciones".
El edificio lo diseñó el arquitecto Jerónimo Pedro Mathet hace más de 100 años. Se construyó en 1919 pensado en el alquiler residencial, aunque poco a poco fue albergando oficinas. En 1993, siendo titular la compañía de seguros La Estrella, se consolidó el uso terciario de oficinas y se rehabilitó y acondicionó la construcción. Casi una década después, en 2002, se aprobó un plan especial para el "establecimiento de uso de hospedaje", aunque se mantuvo el uso para oficinas.
Desde 2014 había pertenecido a Cajalmendralejo, que pagó 20 millones de euros en una subasta. Cinco años más tarde pasó a manos de Zaka. En junio de 2021 se aprobó la licencia urbanística solicitada por los actuales propietarios para que pudieran hacer obras exteriores en el inmueble y otros trabajos de restauración y acondicionamiento para adaptar el espacio a un hotel con bar-restaurante.
El pasado 8 de noviembre, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid aprobó de forma inicial un nuevo plan especial que permitirá a los dueños reestructurar y mejorar la habitabilidad del futuro hotel. Para ello, todavía necesitan el visto bueno definitivo del Consistorio. Los trabajos que Zaka quiere llevar a cabo buscan que las plantas sean más accesibles para los clientes. Una buena parte de las obras se harán en los niveles más bajos.
La inauguración de Brach en la capital española se enmarca dentro de la oleada de aperturas hoteleras previstas en la Gran Vía y su entorno. El año pasado fue el hotel Montera Madrid el que abrió sus puertas. También están en marcha proyectos hoteleros en el número 76 y el 60. Dentro de esta fiebre del sector por esta zona, una de las inauguraciones más esperadas es la del hotel boutique del edificio Metrópolis, en Alcalá 39, impulsado por el grupo Paraguas.
Recientemente, se han confirmado otros dos nuevos proyectos. Por un lado, la rehabilitación de Gran Vía 11 para convertirlo en un cinco estrellas de Nômade, la cadena impulsada por Antonio de la Rúa, expareja de Shakira. Por otro, el desembarco de Zel en el mismo entorno de la histórica arteria de la capital. Se trata de la marca hotelera que lanzó el año pasado Rafael Nadal con Meliá Hotels International.