Además de las populares palmeritas de Morata de Tajuña, la localidad del sureste madrileño ofrece durante toda la Semana Santa propuestas gastronómicas únicas.
"Morata de Tajuña es el único municipio que tiene sus propios dulces de la Pasión en Semana Santa: los pasioncitos y las tentaciones", explica con orgullo Fernando Villalaín, alcalde de este pueblo de 8.300 habitantes.
Los reposteros morateños llevan medio siglo elaborando las famosas palmeritas de Morata, características por ser de pequeño tamaño, con un jugosísimo hojaldre y cubiertas de chocolate y otros sabores. Un dulce que durante la Semana Santa deja paso a los pasioncitos y las tentaciones, los dulces oficiales de la Pasión de Jesús, que se celebra cada Jueves Santo desde hace 36 años en la localidad.
Dos 'dulces pecados' que hacen de la Pasión de Morata la única en el mundo con repostería oficial. Y para quien tema caer en la gula de probarlos, han de saber que, además, la de Morata es la única Pasión con la indulgencia del Papa Juan Pablo II para todos aquellos que participen en ella y la contemplen.
Todo empezó en el 25 aniversario de la Pasión, cuando desde el Ayuntamiento le propusieron a las pastelerías del pueblo hacer un dulce conmemorativo de la Pasión. "Presentaron pasioncitos y tentaciones y desde entonces han tenido mucho éxito", recuerda Fernando Villalaín.
"Yo pensé en crear los pasioncitos. Un cuadradito relleno de hojaldre relleno de crema, laminado con una oblea encima con el logo de la Pasión, que es como un crucifijo, con almendra y chocolate. Hacemos unos 200 al día", explica la inventora de este dulce, Carmen Moral de la Pastelería Paco Pan.
En la Pastelería Paco Pan elaboran unos 200 diarios los días de las pasiones, es decir, de Miércoles Santo a Domingo de Resurrección y tienen un precio de 2 euros. También los puedes comprar en la Panadería La Real.
En cambio, las tentaciones tienen forma de cruz. "Está rellena de nata, trufa o crema, son de hojaldre con una chocolatina del logo de la Pasión, bañada en azúcar glas con un poco de canela", cuenta Loli de la Torre, de la pastelería La Torre.
Las tentaciones las puedes encontrar en La Torre a un precio de 2 euros desde este fin de semana hasta Domingo de Resurrección, aunque puede que se extienda algún día más debido a la alta demanda.
Correr el Hornazo
Las pastelerías del pueblo también venden hornazos y tortas, eso sí, lo tienes que comprar antes del Domingo de Resurrección, porque muchas cierran para respetar la tradición de Morata de 'correr el hornazo' en el campo.
En Pascua, comen un bollo de pasta y levadura al que se le añaden huevos crudos que se cuecen junto al bollo en el horno y que pueden ir adornados con un baño de azúcar y caramelos para los más pequeños.
Un bollo que, junto con las tortas, viene acompañado por la tradición de comerlo en el campo junto a toda la familia y amigos. Además, es común que los huevos que acompañan el hornazo se casquen jugando en la cabeza de uno de los acompañantes antes de empezar a pelarlos.
Sin lugar a dudas, Morata de Tajuña es el pueblo más dulce de la Comunidad de Madrid, y en Semana Santa no es una excepción.