Anthony Márquez es conocido en Carabanchel por ser el barbero de traperos famosos. Cuenta con cinco Barber Dangers en Opañel y Oporto, y un nuevo restaurante peruano, al que ha llamado igual que a sus barberías.
El joven peruano creó hace siete años la primera Barber Danger y hace cinco meses se ha aventurado a abrir su primer restaurante. Es un amplio local, de 280 metros cuadrados, que tiene un aforo para unas 80 personas y cuenta con una terraza en la plaza de San Vicente de Paúl, 5, en Opañel.
Un billar y caras de traperos famosos es lo que puedes encontrar en sus barberías, y ahora también en su restaurante Barber Danger. "Al restaurante ya han venido traperos famosos como El Jincho y Quimico Ultra Mega", informa el barbero Anthony.
Ha tenido buena acogida en el barrio por tener una agradable terraza y por las contundentes cantidades de sus platos. "Decidí entrar en este mundo para cambiar. Abrí el 17 de noviembre con dos cocineros peruanos y nos va bien. Aunque hay días buenos y otros no tanto", es el balance del propietario de Barber Danger.
Entre los platos más pedidos del restaurante está su vistoso "barquito", presentado en una estructura con forma de barco repleto de platos de marisco. "Dentro hay ceviche, arroz con marisco, etc. Cuesta 70 euros y lleva bastante cantidad. Es para tres o cuatro personas. Gusta mucho porque además es muy 'instagrameable'", ya que lo presentan hasta con una bengala en la proa, informa el propietario de Barber Danger.
Otro de los platos que más están gustando es la "orgía marina", presentado en tres pisos, contiene varios platos de mariscos y pescados. También cuenta con platos típicos peruanos en la carta como la causa limeña, el ají de gallina, el pollo a la brasa, que desprende su buen olor nada más entrar al local, y el lomo saltado.
Asimismo, los postres son típicos del país de Anthony —entre ellos están los picarones, la tarta de tres leches y el alfajor—, al igual que las bebidas —Inka Kola, la Coca-Cola peruana, y la leche de tigre—. El precio medio está entre los 20 y 25 euros por comensal.
La decoración, muy básica, copia algunos de los elementos de la barbería de Anthony como su mítico cartel de luces de neón en forma de corazón que lanza el mensaje de 'Viviendo el sueño americano desde Europa'.
Muchos de sus clientes aprovechan la amplitud del local para celebrar grandes eventos como cumpleaños. "En la plaza en la que estamos hay una iglesia —Parroquia San Vicente de Paúl—, así que hemos tenido hasta bodas y comuniones", comenta como curiosidad el barbero, y ahora hostelero, más conocido de Carabanchel.