Hay quien lo define como una descarga extrema de adrenalina. Otros lo meten dentro de la categoría de emociones fuertes. Sea como sea, lo cierto es que el paracaidismo forma parte de la lista de deseos de muchas personas. Y puede llevarse a cabo a menos de una hora de Madrid.
Cogiendo la A4, y a 65 kilómetros, está la localidad toledana de Ocaña. Allí tiene su sede Skydive Madrid, que es el centro de paracaidismo más cercano a la capital. El mismo está formado por dos centros de saltos: el Centro de Paracaidismo de Ocaña y la Zona de Saltos de Lillo (también en Toledo).
Se trata de uno de los mejores lugares para tirarse en paracaídas, según la web de regalos de experiencias Aladinia. De hecho, las reservas de saltos de paracaídas en la misma (incluyendo otros lugares de España) se han incrementado un 50% durante el último año.
¿Qué requisitos hay que cumplir para saltar en paracaídas?
Para todos aquellos que quieran desplazarse hasta Ocaña, y disfrutar de un salto en paracaídas, deben saber que no tienen que realizar ningún tipo de curso previo. Tampoco deben tener experiencia en realizar un salto.
Eso no quiere decir que no haya requisitos. Uno de ellos es que la persona debe pesar más de 30 kilos y menos de 100 kilos. También tener más de 18 años. Si se es menor, es necesaria la autorización paterna firmada.
Los primeros saltos se hacen en tándem, atado con un doble arnés a un instructor. Este lleva dos paracaídas, uno principal y otro de emergencia. Además, el equipo está provisto de una pequeña computadora que, en el caso de ser necesario, por indisposición, o por olvido del instructor, abre automáticamente el paracaídas una vez este llega a una altura determinada.
Una aventura que, desde el principio hasta el fin, dura entre 45 minutos y una hora. Los primeros 30 minutos son para un curso previo, subir al avión, y ascender hasta unos 4.500 metros. Periodo en el que se repasan las instrucciones previas.
¿Cómo es el salto?
Para empezar, se baja en caída libre a unos 250 kilómetros por hora durante casi un minuto. Y, al llegar a unos 1.500 metros, se abre el paracaídas. Entonces, el instructor comienza las maniobras para controlar el vuelo.
Es entonces cuando se contempla el paisaje de Ocaña a cientos de metros bajos los pies. Por ejemplo, su plaza Mayor, el convento de Santo Domingo de Guzmán, o la conocida como Fuente Grande.
¿Precio? En temporada baja es de 270 euros o 350 euros con vídeo. En este último caso, es otro paracaidista provisto de una cámara el que filma toda la experiencia: la preparación en tierra, el vuelo en avión, la caída libre y el aterrizaje.