Embutido cortado al momento en su charcutería abierta, tablas de paté casero y bocaditos como molletes y bikinis en un ambiente desenfadado, en parte, gracias a la música que anima la barra de Rural. De fondo sueña flamenco, un género escogido por el sevillano Rafa Zafra porque "soy de donde soy. La cocina es alma y mucho sentimiento y no hay música que represente más la pasión", opina el prestigioso chef, famoso por haber sido jefe de cocina en El Bulli y haber conseguido dos estrellas Michelin en uno de sus restaurantes.
Desde su apertura el pasado noviembre, Rural ha abanderado esa filosofía genuinamente 'disfrutona' que caracteriza a todos los proyectos del chef Zafra (Estimar Madrid y Barcelona, Amar y Per Feina en Barcelona, y Casa Jondal en Ibiza), en la que cada plato puede transformarse en una celebración del producto.
Situado entre las dos fuentes más emblemáticas de la capital –Cibeles y Neptuno–, Rural abrió en la calle Marqués de Cubas dispuesto a convertirse en la antítesis del restaurante de Zafra especializado en pescados que ha conseguido un hueco en los corazones de los madrileños, Estimar.
Así, se presenta como el enclave perfecto para disfrutar de una propuesta en torno a la carne y a los productos de la tierra. El equipo de Rural presenta ahora, pocos meses después de su apertura, su carta de barra, con la que pretende rendir homenaje de una manera muy especial a este espacio tan propio de las tabernas, convirtiéndola, junto a las mesas de la charcutería, en el epicentro de una experiencia informal.
"La carta de barra es más relajada. Donde comer con las manos, reivindicar lo que era un ultramarinos y homenajear la charcutería", añade el chef andaluz. Por ello, el espacio, con un aforo para 13 personas, acoge la coctelería y la charcutería de Rural.
La propuesta gira en torno al disfrute gastronómico a través de recetas sencillas con materia prima de calidad asequible hasta para los bolsillos más ajustados que quieran darse un homenaje con la firma de Rafa Zafra, ya que el premio medio por comensal parte de los 50 euros por persona.
Entre las elaboraciones que brillan en la carta de barra se encuentran platos que ya han triunfado en los pocos meses de vida del restaurante como la sobrasada Cal Rovira, la mortadela de Bologna o sus variados embutidos con denominación de origen o sin ella.
La nueva carta destaca por sus emblemáticas terrinas o patés, elaboradas de manera artesanal en el restaurante, que comparten protagonismo con sus estelares frituras, con opciones como los sesos de cordero a la romana, la empanada de wagyu o las mollejas de ternera en adobo, y con la bocatería, que cuenta con diferentes opciones como el mollete al vapor de papada con mostaza o la versión carnívora del famoso bikini de Estimar que en Rural se reinterpreta con steak tartar, foie gras y caviar. Para finalizar, en la sección de barbacoa hay pinchos de pollo, de cordero y de mollejas de ternera.
En la barra hay una carta de coctelería formada por clásicos de la mixología y también puedes pedir vino y dejarte aconsejar por el sumiller de Rural.
Este acogedor espacio de Rural resulta el entorno perfecto para quienes buscan disfrutar del ambiente relajado y la inmediatez de las barras de toda la vida, sin renunciar por ello a una experiencia gastronómica de altura.