Acaba de abrir en pleno centro de Madrid una azotea en la que no sólo podrás desconectar desde lo alto de la gran ciudad con un atardecer, un cocktail o un buen picoteo; sino que también a través del yoga y la meditación.
Las rooftops son pequeños oasis en las que los madrileños buscan tomarse un respiro y disfrutar de unas impresionantes vistas de la ciudad. Justo hace un mes, se sumaba al boom de las azoteas de la capital, la del restaurante Ticuí con una propuesta alternativa a esta amplia y demandada oferta.
Una extensión a más de 20 metros de altura del local de comida mexicana que figura dentro de la Guía Michelin y es considerado uno de los mejores restaurantes mexicanos en pleno centro de Madrid, junto al metro de Sevilla.
"Seguimos la línea de Ticuí. La azotea, en la séptima planta, tiene vistas al Ayuntamiento, El Pirulí, parte de la Castellana...", cuenta Arturo Argüelles, socio del mexicano Grupo Puntarena que abrió hace 5 años Puntarena Madrid, dentro de la Casa de México, y después este restaurante.
La terraza, con mesas bajas para que la gente esté sentada, tiene un aforo de unas 45 personas. Está abierta al público de miércoles a domingo de cuatro de la tarde a una de la madrugada y la gestiona Jomo, una comunidad de membresía que reúne a un público exclusivo e internacional en Madrid.
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El espacio gira en torno a la barra como el eje principal. Acercando la gastronomía del Pacífico a España, este oasis tiene una coctelería que le da protagonismo a la ginebra, el mezcal y el agave. "También fruta y herbolario, además de una carta de vinos", añade Arturo Argüelles.
La coctelería, mixología y destilados corren a cargo del maestro mexicano Daniel Quezada, que ofrece toda una experiencia a través de procesos contemporáneos y ancestrales que se ven reflejados en cada uno de los cócteles. Todo esto hace que su coctelería sea bastante innovadora para el público europeo, siendo una de las apuestas principales de Ticuí.
La propuesta líquida está acompañada de una serie de platos fríos provenientes de la cocina de Ticuí. Su carta es de comida mexicana (tacos, pescados crudos...) a excepción de los brunchs argentinos dominicales.
Yoga y DJ
La terraza de Tucuí tiene una amplia oferta de actividades de todo tipo, desde hábitos de vida saludable hasta música y mucha diversión. Por un lado, Casa Barré es el conocido centro encargado de impartir las clases de yoga cada domingo a las 10.00 y 11.30 de la mañana.
En cambio, cada tarde de entre semana, a las 18.00, Andrea Klimowitz da clases de meditación y respiración. Las reservas de ambas sesiones se hacen a través de Jomo Rooftop.
Los sábados, de 17.00 de la tarde a 21.00 de la noche, un DJ transforma la azotea en el epicentro del tardeo y los domingos hay brunch de barbacoa argentina.
Es México
El espacio lo han tenido que rehabilitar completamente, ya que el techo del elegante edificio de la calle Cedaceros 6 no había sido nunca accesible. La obra la ha realizado el estuidio JSa arquitectos, del prestigioso mexicano Javier Sánchez, ganador del León de Oro de Venecia en 2006.
La decoración es "contemporánea y mexicana con muebles diseñados y fabricados allí. Hay continuidad estética con Ticuí", apunta Argüelles. La azotea refleja que lleva el país azteca en el corazón a través de su arquitectura y diseño de la terraza, con la intención de acercar el patrimonio cultural mexicano a través de la artesanía.