Ocho bares en tres años y más de 75.000 cañas tiradas al mes. Ese es el dato que maneja Bareto, el proyecto que reivindica y recupera la cervecería de toda la vida, que desde que inició su andadura no ha parado de crecer. Ahora, inaugura su octavo local en Caleido, el espacio abierto de moda, ocio, arte, cultura y gastronomía situado en el distrito financiero de las Cinco Torres de Madrid.

Este bar se ha posicionado entre los madrileños como la barra de las cañas bien tiradas y las tapas de siempre (gildas, bravas, bocata de chipirones, flamenquines, etc.). Un espacio que ha gustado en los últimos años y que ahora viaja a una de las zonas con mayor dosis de innovación de la capital.

El concepto, que inició su andadura a finales de 2021, recuperó la mítica Cervecería Correos en Alcalá 55. Se le han ido sumando, Atocha 120 ubicado en el Triángulo del Arte; Golf Park de la Moraleja; Chamberí, en la Plaza de Olavide 8; IFEMA; y Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en la terminal 2 y en la 4; y este último en Caleido. "Tenemos previstas dos aperturas más antes del verano, nuestro objetivo es terminar el 2024 con 14 locales", anuncian en un comunicado.

Bocata de chistorra de Bareto Caleido. Bareto Caleido

Un lugar abierto, vivo, al aire libre y en distintas alturas que está integrado en el complejo empresarial Cinco Torres Business Área y la zona urbana colindante. Por eso, Bareto ha elegido esta ubicación para su octavo establecimiento, porque es un concepto que se adapta a todas las franjas diarias.

El local de Bareto Caleido tiene, como es enseña de la casa, la barra como punto neurálgico y protagonista, y en esta ocasión, la sala está abierta al exterior gracias a sus enormes ventanales, que con el buen tiempo se abren completamente a la calle. Cuenta con una gran terraza con capacidad para 40 comensales.

Tapas y cocina de siempre

Bareto Caleido abre todos los días del año y lleva el sabor y la esencia de las míticas cervecerías de barrio. En este local la cocina se mantiene fiel al primigenio bar de Alcalá: gastronomía sencilla a base de tapas y raciones para picar y platos muy de siempre que apetecen a todas horas. Además, añade novedades.

Así, su propuesta global estrena la oreja crujiente con salsa brava, los huevos rotos con gambones al ajillo y el postre de la infancia: un pan brioche con salsa de chocolate y aceite de oliva arbequina.

Son platos que conviven con los ya imprescindibles de Bareto. Entre ellos están las patatas bravas, el bocadillo de chipirones a la andaluza (versión del bocata de calamares y salsa especial de alioli y brava), sus imprescindibles flamenquines de cecina, las gildas, las croquetas de jamón y el matrimonio de anchoa y boquerón.

También hay bocadillos como el pepito de ternera, de chistorra con pimientos o el serranito sevillano, diferentes versiones de los huevos rotos, con jamón o con chipirones a la andaluza, opciones de la huerta como los pimientos de Padrón fritos o las alcachofas confitadas a la plancha con virutas de jamón y platos principales como las alitas de pollo o el entrecot. En los postres, la tarta de chocolate de la abuela, pan con chocolate AOVE y sal, natillas con galleta y la siempre ganadora tarta árabe, enseña de la casa.