Fernando Muyo dice que recibió dos Soletes el pasado 26 de junio. Por un lado, el de la Guía Resol para su restaurante Antoñita, y, por otro, el resultado positivo del test de embarazo de su pareja.
"Mi mujer me dio las dos noticias el mismo día", recuerda con emoción este cocinero de alta cocina que buscó democratizar la comida de calidad, abriendo su propio concepto gastronómico sin que superase los 20-30 euros por comensal.
"A la alta cocina le tengo mucho cariño, pero nos estamos volviendo locos con cubiertos medios de más de 80 euros. Sin perder nuestra calidad, tenemos un ticket más bajo", informa el chef de Leganés.
Así, pasó de estar en las cocinas de Mario Sandoval o Dani García a abrir su propio restaurante de comida castiza y desenfadada en Chamberí. Pero el alma de cocinero de alta cocina nunca se pierde y eso queda reflejado en la calidad y profesionalidad de sus platos, ya que mantienen los mismos proveedores que surtían a estos grandes chefs de estrella Michelin.
En sus 15 años entre fogones, Fernando Muyo ha sido uno de los chefs de confianza de Mario Sandoval, llegando a estar de jefe de cocina en los restaurantes con la firma del famoso chef del Hotel Heritage y Orfila, en el que consiguió un Sol Repsol en 2017. Además, en Andalucía también dejó huella tras ser nombrado cocinero revelación de Málaga en 2018 y a su paso por las cocinas de Dani García en BiBo, Marbella.
De 'dark kitchen' a restaurante
En 2020, Fernando fundó Antoñita. Primero, en plena pandemia como 'dark kitchen', después como restaurante. El nombre es en honor a la cocina de su abuela y su madre, las que le hicieron descubrir su pasión por la gastronomía.
Se acaban de mudar a una nueva ubicación porque el anterior local se les quedó pequeño. "Ya se formaban demasiadas colas. Ahora tenemos el doble de aforo, 64 personas dentro y 18 en terraza", explica el cocinero.
El espacio recién inaugurado, en la calle Garcilaso, 1, —que pronto lucirá la placa de Solete de la Guía Repsol— cuenta con un toque moderno, informal y castizo por sus mesas altas de taburetes y azulejos blancos, como los de las tabernas más tradicionales.
La carta de este restaurante castizo de Chamberí, en la que todos los platos son caseros, es de lo más variada. Con su lema 'más madrileños que los callos, más castizos que el cocido' tienen entrantes que van desde sus exquisitas croquetas de cocido madrileño, tacos de picadillo de matanza de jerez, totopos con entraña de ternera y chimichurri, o tiras de oreja crujiente con salsa barbacoa casera y ralladura de lima.
Asimismo, hay guiso de callos madrileños, oreja crujiente, patatas fritas y hasta seis tipos de hamburguesas, que van desde los 9,50 hasta los 14 euros. "Las favoritas son la doble burger y la burger de pollo, porque es diferente y muy jugosa al ser contramuslo marinado durante horas", informan desde el restaurante.
Los torreznos de Antoñita son de los platos favoritos de sus clientes más fieles. Conocedor de ello, Fernando decidió crear la hamburguesa de torrezno.
La taberna madrileña tiene un menú de la abuela de 13,95 euros los miércoles, jueves y viernes en horario de comida que ofrece un plato principal a elegir entre cuatro opciones y bebida. Eso sí, no te puedes ir sin probar los postres, todos recetas propias de Fernando Muyo: tarta de queso o de chocolate, galleta rellena de Nutella y helado.
El restaurante Antoñita abre de miércoles a domingo en horario de comidas y cenas (domingo sólo comidas) y reparte a domicilio.