El madrileño embalse de El Atazar va a acoger (el 20 de agosto) un impresionante concierto de música flotante donde el jazz y el swing sonarán sobre las aguas gracias a un barco anfibio. 

Por octavo año, la asociación cultural asturiana La Zata y la francesa 'le pianO du lac' organizan VoloSwing, un espectáculo a base de jazz, blues y swing que invita a bailar desde la orilla del pantano madrileño mientras se presencia la actuación de piano, trombón, voz, percusión y danza sobre un barco anfibio.

El espectáculo se celebrará en el Área Náutica de Cervera de Buitrago. Consiste en un concierto de jazz sobre el agua a bordo de un prototipo artesanal navegable conformado por un piano vertical que descansa sobre una estructura flotante a medio camino entre el hidropedal y el barco de vapor de ruedas-paletas, maniobrable con la fuerza de las piernas.

Según explica en declaraciones a Europa Press la bailarina Mónica Cofiño, alma mater del proyecto de La Xata, este es un espectáculo que circula por diversos ríos, embalses, pantanos, lagos, puertos y playas de la geografía española. 

Cofiño subraya la apuesta de La Xata por llevar el arte y la cultura "fuera de los escenarios habituales", apostando por la denominada "periferia" sobre las grandes ciudades, pero también por espacios poco acostumbrados para acoger estos eventos, como ríos y embalses, pero también "bosques, cuevas, hórreos o cuadras", aclara.

Los músicos integrantes de 'le pianO du lac', Laurent Labejof y Voël Martin, con una extensa trayectoria tocando juntos en diversas formaciones y fuertemente influenciados por el jazz y el swing de Nueva Orleans, se unen a Mónica Cofiño en esta propuesta de jazz, blues y swing "desenfrenado con estética contemporánea".

Dónde comprar las entradas

El concierto del día 20 dará comienzo a las 20.00 horas y la taquilla estará abierta desde una hora antes del inicio del espectáculo, aunque la organización recomienda reservar las entradas con antelación en el enlace en la web de La Xata. 

La naturaleza del concierto, a la orilla del agua, propone al público que lo necesite, llevar su propia silla o elementos para sentarse cómodamente. Se aconseja también asistir preparado para la lluvia.

 Mónica Cofiño subraya que se trata de una propuesta cultural "muy curiosa para el público" por su idiosincrasia.

La artista, en sus declaraciones a Europa Press, enfatiza lo sorprendente que resulta para los asistentes descubrir algunas de las complejidades de su puesta en escena, como la adaptación a la orografía de cada emplazamiento.

Hay que tener en cuenta que existe una limitación de la zona de navegación impuesta por el rango de alcance de los equipos inalámbricos de sonido y la necesidad de recurrir a placas solares para generar la electricidad necesaria en espacios sin conexión a la red. Algo que hacen de esta experiencia una actividad única.