No es de extrañar que todo el mundo se quede "boquiabierto" cuando visita por primera vez el mesón Cuevas del Vino, un restaurante y museo catalogado de Interés Turístico, situado en una edificación de casi tres siglos de historia y protegida por el Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.
El mesón cumple seis décadas, que celebra este viernes con un gran evento conmemorativo. Todo empezó en 1964, cuando el difunto Narciso García Ortego tomó una decisión que no sólo cambió su vida, sino la de Chinchón.
Su hija, Yajaira García, actual propietaria del mesón, todavía recuerda cuando lo "tachaban de loco" en el pueblo por haber abierto el primer restaurante de Chinchón. "Lo veían inviable. ¿Quién va a venir al pueblo a comer?, decían".
Con tesón y perseverancia, Narciso —de formación, médico— metía a su hija recién nacida en un cesto de mimbre que usaban para el pan y se ponía a trabajar sin descanso en su proyecto de restaurante, que era su verdadero sueño. Así fue cómo Narciso contagió a Yajaira desde bien pequeña su pasión por la restauración y el gran valor de preservar el histórico patrimonio familiar en estos 60 años de andadura.
Lo que hace emblemático a este restaurante es el espacio donde se encuentra, su comida y su gente. El lugar es único en España. Situado en una antigua casa de labranza que perteneció a la familia de Narciso y Yajaira desde que tienen uso de razón, la vivienda, con 300 años de antigüedad, tiene más de 3.500 metros cuadrados.
Con ocho comedores y terraza, el mesón tiene un aforo de 750 personas, las cuales pueden disfrutar de una agradable comida, ya sea en una de sus antiguas bodegas, donde todavía se conservan las tinajas gigantes, o en las cuevas más grandes del sur de Madrid.
El espacio es tan espectacular, que organizan visitas guiadas a sus clientes, en las que descubren el molino de aceite tricentenario con piedras de más de 1.500 kilos, las zonas de almacenaje del aceite y cereal, las almazaras, lagares... junto con el resto de dependencias; muchas de ellas reconvertidas en salones, comedores y tabernas en las que el comensal puede disfrutar de una experiencia gastronómica exquisita.
Disfrutar de un asado cocinado en el horno de leña giratorio de fuego indirecto más grande de España también es un punto a destacar. Por unos 40 euros, en el mesón Cuevas del Vino puedes degustar auténtica comida "tradicional castellana y española. Nos caracterizamos por cocinar a la antigua usanza con nuestro horno de leña, parrilla de carbón, cacerolas, sartenes. En mi casa no sabemos lo que es una Thermomix", explica la dueña del mesón.
Por último, sus clientes, muchos de ellos grandes personalidades de campos tan dispares como el mundo de la música, la política, la cultura, el teatro o incluso la Casa Real, que han dejado su firma en las tinajas que decoran el salón de la bodega. "Ya son tantas que están empezando a firmar las de la cueva", informa Yajaira.
Entre las caras más conocidas están Orson Welles, Yul Brynner, Tom Holland, Mark Knopfler, Adrien Brody, Matt Dillon, Manolo Escobar, Adrien Brody, Mark Knopfler, Rupert Friend, Aimee Mullins, Adrien Brody, Tom Holland... entre otros.
A su vez, el emblemático local ha servido de marco para numerosas películas ('Sex o no sex', con Carmen Sevilla y José Sacristán; 'Pájaros de papel', con Emilio Aragón, Imanol Arias, Carmen Machi y Lluis Homar, etc.), series ('El Ministerio del tiempo', con Nacho Fresneda, Hugo Silva, Rodolfo Sancho y Aura Garrido; 'Paquirri', con Antonio Velázquez; etc.) o programas de televisión ('Ruta 179', 'Madrid directo', 'España directo', 'Aquí la tierra', etc.), así como para spots publicitarios (Bimbo, Litoral, etc).
A lo largo de este más de medio siglo, han sido muchos los galardones y premios cosechados. Algunos de la talla del Premio Nacional de Hostelería o el Trofeo Internacional de Turismo y Hostelería.
Así es como el mesón Cuevas del Vino de Chinchón ha querido dejar su impronta, haciendo las cosas como antaño, con dedicación y cariño por la tradición, sin pasar por alto un solo detalle.
En la noche de este viernes, el restaurante celebra una gran fiesta de aniversario para conmemorar los 60 años de historia de uno de los rincones gastronómicos más icónicos y reconocibles de la Comunidad de Madrid.