Vivir en Madrid no impide disfrutar de grandes momentos de diversión y esparcimiento el aire libre, pues cerca de la capital de España podemos encontrar distintos pueblos y lugares que bien merecen una visita. Esto es lo que sucede con un impresionante pueblo situado a apenas dos horas de Madrid y que es ideal para una escapada, en el que poder realizar rutas, transitar por sus calles empedradas y, sobre todo, degustar una exquisita gastronomía.

Con la llegada del otoño, son muchas las personas que ven el momento ideal para hacer pequeñas escapadas de fin de semana, y si se está buscando un entorno rural lleno de encanto y mucho que ver y hacer no se puede dejar de lado a Cantalojas, un rincón noroccidental de la provincia de Guadalajara.

Situado a 158 kilómetros de Guadalajara, se llega a este pueblo a través de la A-2, dirección Zaragoza, tomando la salida 104 para coger la CM-1101, dirección Sigüenza, y tras abandonar la Ciudad del Doncel, se coge la CM-110, para hacer un pequeño tramo de trayecto por la CM-101 antes de regresar a la CM-110. Una vez que se deja Atienza, hay que desviarse por la GU-213 y, a la altura de Galve de Sorbe, tomar la GU-163 y, finalmente, la GU-146 hasta llegar a Cantalojas.

Este municipio y localidad española se sitúa entre unas espectaculares panorámicas de pastos y bosques, en la Sierra de Ayllón, y a pocos metros las aguas del río Lillas discurren por unas praderas repletas de hongos y brezales que son parte de un maravilloso entorno natural. En su término se encuentra una de las grandes joyas de Guadalajara, el Hayedo de Tejera Negra, que ocupa una superficie total de 1.641 hectáreas. El microclima que se disfruta en este paraje natural ha permitido la conservación de hayas, con ejemplares que superan los 300 años.

En lo que respecta a su riqueza cultural y monumental, conviene hacer mención especial a la Iglesia Parroquial de San Julián, una bonita construcción que data del siglo XVII y con algunos elementos románicos. Además, a lo largo de sus calles se puede contemplar su arquitectura tradicional, que destaca por el uso de pizarra negra, en ocasiones como material exclusivo, y en otros casos combinada con piedra caliza en dinteles y esquineras. Es por ello por lo que se suele incluir entre los pueblos de arquitectura negra, que es muy característica de la sierra de Guadalajara.

Por otro lado, hay que destacar la celebración de su Feria de Ganado, que se celebra cada 12 de octubre, y que es uno de los certámenes ganaderos más antiguos de la provincia. De hecho, está declarada como Fiesta de Interés Turístico provincial, siendo una cita de obligada visita para numerosos ganaderos procedentes de distintos puntos del país.

Hayedo de Tejera Negra

En este lugar es posible llenar el estómago con unas magníficas recetas tradicionales, pero al mismo tiempo disfrutar de un paisaje y riqueza cultural que a nadie deja indiferente. Allí hay que destacar especialmente el Hayedo de Tejera Negra, que está conservado en un excepcional microclima y que es parte del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara.

Este hayedo se encuentra alimentado con los ríos Lillas y Zarzas, que nacen al pie del pico de La Buitrera, mientras que el bosque crece en dos valles que se encuentran flanqueados por altas y afiladas crestas de rocas. El bosque de hayas es, sin lugar a dudas, su gran atractivo, pues tiene un ambiente que destaca por sus colores y por la riqueza de su paisaje, con presencia de robles melojos, tejos, pinos silvestres, abedules, serbales y acebos. Además, en su suelo crece el tan apreciado Boletus Edulis.

No solo hay que destacar su flora, pues también dispone de una rica fauna, entre las que destacan la presencia del águila real, corzos, jabalíes y zorros. En el año 2017, junto con otros hayedos de España y Europa, el Hayedo de Tejera Negra fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El otoño es una época ideal para adentrarse en este impresionante bosque.

Que ver en los alrededores de Cantalojas

En los alrededores de Cantalojas se pueden visitar lugares interesantes como la Plaza de Galve de Sorbe, una construcción típica serrana que ejerce como centro neurálgico de la localidad, y donde se puede ver el rollo o picota del siglo XVI, declarado Bien de Interés Cultural, y el edificio del ayuntamiento, de estilo castellano, sin olvidar las ilustres casonas del siglo XVIII. También merece la pena mencionar el Castillo de esta misma localidad, que fue una fortificación que aún muestra el esplendor de Los Estúñiga, que fueron quienes residieron en él.

Continuando con los grandes atractivos que nos encontramos alrededor de Cantalojas hay que hablar de Valverde de los Arroyos, una villa de la provincia de Guadalajara que se encuentra en la sierra del Ocejón, a 1.255 metros de altitud, así como la Iglesia de San Bartolomé y la Capilla de San Galindo, ambas situadas en la localidad de Campisábalos, las cuales forman el que es uno de los mejores y más bonitos conjuntos románicos de toda la provincia.

Por último, hay que hacer mención al Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, que se localiza en el sector oriental del Sistema Central, del que también son parte el Macizo de Sonsaz, el Alto Rey y la Sierra de Ayllón.