El nuevo Manero, situado justo detrás del Congreso de los Diputados, en la calle de Marqués de Cubas, puede ser muchas cosas en una. Es cuestión de cuántas cortinas traspases y cuándo avances hacia su interior. Nada más entrar, las dos barras ya nos hablan del lugar de tapeo que es la base de Gastroportal, el grupo restaurador del lujo nacido en Alicante.
Pero no es un tapeo cualquiera. Es uno en el que el terciopelo, las lámparas antiguas de Manises en las ventanas, el dorado y una cabina sacada de un anticuario con un plato de discos, nos hablan de que por sus mesas altas pasearán la mejor ensaladilla de la ciudad, un bocadillo de calamares increíble o un barco con ostras, quisquilla de Santa Pola y caviar, de esos que no navegan por muchos sitios de Madrid.
Carlos Bosch, el dueño y creador de este imponente concepto, sabe qué es lo que quiere hacer sentir a quienes se sienten a su mesa: "El lujo de la Marca España. Yo he viajado por muchos lugares y he visto cómo otros países crean un estilo propio que lo exportan y que todo el mundo conoce. ¿Por qué nosotros no podemos hacer lo mismo?", repite a la hora de explicar su nueva aventura.
Por eso, no le importa tirar de lo que para otros serían tópicos españoles y que para él es un lujo que ni se compra ni se vende: la esencia de nuestra comida, la variedad y calidad de los productos, nuestros vinos y, sobre todo, nuestro sentido de la vida y la diversión.
Así que no debe sorprender que en los baños se escuche a Chiquito de la Calzada, sí el humorista, contando un chiste; o que haya un rincón lleno de fotos de Julio Iglesias, donde sólo se escucha la música de Julio Iglesias, y donde Carlos Bosch espera que en algún momento se siente el mismo Julio Iglesias.
"A mí me encanta", confiesa este alicantino que ha sabido crear un imperio de algo tan sencillo como el buen comer y el buen vivir que cuenta ya con seis locales entre Madrid y la Costa Blanca.
Por eso, si le preguntamos a Carlos de qué va el nuevo Manero, no puede resumirlo en unas pocas palabras: "Manero Marqués de Cubas representa la nueva era de la gastronomía y el ocio premium en Madrid. Es la experiencia definitiva, bar y coctel-bar, bistró y caviar-bar, el Club Manero Dom Pérignon y muchas sorpresas más que vendrán siempre en torno al ambiente glamuroso y gourmet pero a la vez casual y divertido, tan propio e identificativo de Manero". Palabra de disfrutón.
Reservados
Esa sorpresa de la que habla es, sin duda, un lugar que puede convertirse en la sala de los secretos más codiciada de todo Madrid. Se trata de un reservado de color naranja, con 32 cuadros de atardeceres inspirados en la obra de Turner.
Cuenta con una pantalla gigante que se despliega a golpe de clic para que empiece a sonar un karaoke, que puede convertirse en el protagonista de las fiestas más chic aunque a priori parezca un elefante en una cacharrería de lujo.
Eso sí, Carlos Bosch sabe que quienes pueden permitirse cerrar esta sala para ellos mismos adoran los elefantes.
Antes de llegar al final de este espacio de 450 metros cuadrados y encontrarse con este reservado musical, el cliente atraviesa varias cortinas que lo trasladan desde el típico bar inglés, con un diseño cuidado y elegante, al salón de uno de los grandes cafés europeos o a un bistró donde el hedonismo es el principal ingrediente de todo lo que ocurre ahí.
De hecho, un enorme piano de cola ocupa una de las esquinas justo enfrente de una increíble bodega de cristal con botellas de cuatro cifras. El protagonismo, sin embargo, lo tiene una enorme barra de mármol a la vista de todos con caviar, sushi y ostras, donde lo que se come se disfruta mucho antes sólo con el sentido de la vista.
En este elogio a la belleza y al lujo, los suelos están concebidos como mosaicos romanos hechos pieza a pieza in situ, con un patrón geométrico personalizado en mármol de Carrara y travertino rojo; y los techos combinan moquetados y espejos que multiplican el efecto de las pinturas y los dorados.
Los que conocen la zona sabe que, con tantos reservados que se crean con una cortina gigante llena de borlas y tan cerca de Congreso, el nuevo Manero puede convertirse en el íntimo lugar de encuentro para muchos políticos. Sin embargo, sus dueños prefieren otro tipo de público ya que Madrid ha sabido convertir el turismo del lujo latinoamericano en uno de sus principales fuentes de ingreso en los últimos años.
Si hay algo que le guste a ese tipo de turistas es el hedonismo, el champán, el buen comer y la diversión. Y Carlos Bosch, en este sentido, sigue siendo el Rey del buen vivir también en Madrid.