Madrid es una ciudad que se caracteriza por tener una amplia oferta gastronómica y de ocio. Podemos encontrar desde los menús más elaborados y exquisitos hasta la comida más sencilla, pero a la vez, más rica. Por eso, en la capital podemos encontrar algunos de los bares con los bocadillos más ricos del mundo. 

La variedad de estos preparados es infinita. Sin embargo, hay algunos bocadillos que son considerados típicos y propios de la ciudad. Sin duda alguna, el bocado por excelencia es el de calamares. Y es que si por algo es conocida Madrid es por tener algunos de los bocadillos más ricos del mundo de esta variedad. 

Los bares más clásicos y castizos de la capital se caracterizan por incluir en sus cartas siempre alguno de estos bocadillos, los cuales entran por los ojos por la increíble pinta que tienen. La mayoría de estos establecimientos se suelen situar cerca de la Plaza Mayor, uno de los puntos neurálgicos más importantes de la capital y, sobre todo, el lugar perfecto para encontrar estos manjares. 

A pesar de que la oferta es muy amplia y variada, hay algunos bares que gracias a su tradición y a su éxito se han consolidado como los mejores de la capital para disfrutar de estos bocadillos tan tradicionales. Y uno de los mejores es, sin duda alguna, La Campana. Este restaurante con gran historia es testigo cada día de cómo miles de madrileños pasan por él para disfrutar de este manjar. 

Además, su estilo clásico e inconfundible, lo que se podría definir como 'puro Madrid', lo convierte en un establecimiento perfecto para realizar una parada mientras estamos en la capital. Así podremos disfrutar del sabor más íntimo y castizo de una de las ciudades más cosmopolitas del mundo sin despreciar su valor clásico y cultural. 

¿Dónde comer el mejor bocadillo de calamares?

Madrid es un hervidero de bares y restaurantes donde podemos disfrutar de auténticos manjares. Sin embargo, hay uno por encima del resto que brilla con luz propia. Se trata de La Campana, el cual nació en el año 1997 y que lleva casi tres décadas dando de comer a los madrileños. 

A pesar de que su carta es casi infinita, y siempre repleta de los mejores productos, si algo destaca de su oferta son los bocadillos de calamares. Y es que estos son considerados por muchos de sus clientes como los mejores de todo Madrid. Dentro de su entorno tan acogedor y particular, este bar pretende dar a sus clientes una experiencia única. 

Y lo consigue gracias a sus impresionantes bocadillos, los cuales han adquirido un valor y una fama muy particular. Su calidad es espléndida y ver el enorme ritmo de ventas que tiene el local da buena muestra de la gran acogida que tienen sus preparados.

Lo más importante es que todos los días podemos disfrutar de un producto fresco, ya que sus calamares llegan cada mañana procedentes de Vigo y se fríen al momento, justo tras pedir nuestro bocadillo. El pan, que también es reciente, rebosa calamares para que el cliente quede totalmente satisfecho. Y todo por tan sólo 4 euros. Un precio que resulta especialmente llamativo. 

¿Qué más podemos comer en La Campana?

Aunque en La Campana podemos comer los mejores calamares de todo Madrid, no son el único producto que podemos encontrar allí de exquisita calidad. Y es que sus clientes también se enamoran de sus bocadillos de tortilla o de panceta. Y si queremos ir más allá del pan, tenemos sus tradicionales raciones de bravas o de chorizo al alioli.

La Campana es un bar donde no nos falta la variedad, pero donde encontraremos el producto más clásico preparado con mimo y de la máxima calidad. Una receta de éxito que ha permanecido intacta durante más de 20 años y que aún en día sigue siendo una referencia en la capital. Y todo regado con una selección de ricas cervezas.

Este prestigioso bar se encuentra a tan sólo unos metros de la Plaza Mayor, en la calle Botoneras 6. Y sus colas para comprar sus bocadillos o tomar un refresco son de lo más extensas. También podemos pedirlo para llevar y degustarlo mientras disfrutamos de las diferentes maravillas de Madrid. 

Y además de pasarlo en grande con una comida excelente, podemos vivir la experiencia de estar en un bar 100% típico de Madrid, con su barra de mármol blanco, sus ventanales abiertos y sus paredes cubiertas de azulejos blancos. En ellas podemos encontrar diversos refranes que dan al lugar un tinte auténtico y castizo.