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España es un país que goza de muchas virtudes. Sus paisajes, sus bonitas ciudades, sus playas, sus pueblos llenos de encanto, su clima... Sin embargo, si algo conquista a todos por igual, sin excepción ninguna, es la gastronomía nacional. Por ello, contamos con la comida más admirada del mundo y con algunos de los mejores restaurantes del planeta

En función de dónde nos situemos en el mapa, podemos disfrutar de unos tipos de productos u otros que son más reconocibles. Si nos vamos al norte, disfrutaremos de grandes mariscos y pescados. O si nos vamos a la zona del Mediterráneo, de las paellas más ricas. Y no hay que pasar las bondades de la huerta del sur o incluso el jamón que abunda en zonas de Extremadura o Castilla y León. 

Pero hay una zona de nuestro país que destaca especialmente por reunir una pizca de todas las influencias culinarias que dominan nuestra gastronomía. Esta es, como no podía ser de otra forma, el centro. Por ello, si queremos comer de todo y bien, tenemos que acudir a las regiones de Madrid y Castilla-La Mancha. 

Y la confluencia de ambas comunidades de autónomas, más concretamente en la provincia de Toledo, tenemos uno de los bares de carretera más famosos de España y de todo el mundo. Y es que por su calidad, abundancia de clientes y variedad gastronómica, está considerado también como uno de los restaurantes más prestigiosos en cuanto a calidad-precio se refiere del país. 

Este conocido restaurante se llama Las Esparteras y año tras año se cuela en las listas de los mejores bares de carretera para comer de toda nuestra geografía. Comidas a buen precio, atención detallada y un ambiente que evidencian un éxito que se puede palpar durante los 365 días del año y las 24 horas del día. Así es este impresionante restaurante que se sitúa a escasos 30 minutos de Madrid

¿Dónde están Las Esparteras?

El bar Las Esparteras se sitúa en el kilómetro 47 de la A-5, muy cerca del municipio de Casarrubios del Monte, en la provincia de Toledo. A pesar de que geográficamente pertenece a Castilla-La Mancha, este bar, que se podría considerar perfectamente un restaurante, se encuentra a tan sólo media hora de Madrid. 

Además, una de sus grandes ventajas es que lo encontraremos de manera muy rápida, ya que se encuentra situado en paralelo a la autovía. Sin necesidad de tener que estar desviándonos demasiado o entrando a pueblos que no conocemos. Además, se puede divisar desde la carretera a la perfección. 

Este establecimiento, donde no sólo podemos degustar platos elaborados, ya que también nos ofrecerán los bocadillos más ricos del mundo (sobre todo los de jamón ibérico), tiene mucho espacio interior, con una zona de barra, un primer comedor para aquellos que buscan sentarse sin tardar mucho tiempo y un gran salón, para comidas y cenas más reposadas, apartado del bullicio y la vida de la estancia principal. 

Además, tampoco pasaremos apuros para dejar nuestro coche, ya que cuenta con un amplio parking donde podremos ver decenas y decenas de camiones aparcados. Y es que como reza el dicho popular, si en un aparcamiento vemos camiones aparcados, es que en ese sitio se come bien. En Las Esparteras, eso se cumple al detalle. 

En el centro de la imagen Raúl Barroso, uno de los socios de 'Las esparteras'. Redes sociales

Así pues, este bar de carretera convertido en selecto restaurante es un lugar de parada obligada para aquellos que se dirijan desde Madrid hacia ciudades como Talavera de la Reina, o incluso si viajan hasta la zona de Extremadura o Portugal.

Y por si fuera poco, este restaurante cuenta a escasos metros con una gasolinera que permite hacer más eficiente nuestra parada, ya que no tendremos que cambiar nuestro emplazamiento para comer algo rico y, a la vez, repostar el combustible necesario para nuestro viaje. 

¿Qué comer en Las Esparteras?

La oferta gastronómica que podemos encontrar en Las Esparteras es variada, rica y a muy buen precio. De hecho, dispone de posibilidades para todos los públicos y para todos los bolsillos. Por ello, también puede ser un buen restaurante para acudir en familia aunque llevemos niños pequeños. 

Este restaurante cuenta con casi 30 años de historia y tiene una de las mejores bodegas del país, con más de 1.800 referencias de vinos de renombre mundial. Además, también cuenta con una amplia oferta de jamones, desde los más asequibles sin renunciar a la calidad hasta aquellos más selectos y exclusivos que nos enamorarán por su impresionante sabor y suavidad. 

Este establecimiento ha basado su éxito en mantenerse fiel a un estilo propio, sin grandes cambios, apostando por una línea más tradicional que ha perdurado durante décadas. Sin alardear ni ínfulas de gran cocina, basa también su triunfo en productos de la máxima calidad y en una cocina sin adornos.

De hecho, destaca su apuesta por productos y vinos de la zona, los cuales combina con otros de éxito nacional e internacional. Un referente que permanece abierto durante casi todo el año, ya sólo cierra en Nochebuena y Navidad. 

Y aunque su cocina es muy variada, cuenta con dos especialidades que brillan por su excelencia por encima del resto. Son sus asados de cordero o cochinillo, los cuales se elaboran en su tradicional horno de leña a la vista de los propios clientes, los cuales se deleitan viendo cómo se cocina su comida mientras toma un aspecto delicioso y apetitoso.