Madrid es una ciudad cosmopolita. Pero también es una ciudad de costumbres. Por ello, sigue habiendo un amplio sector de la población en el que los platos tradicionales tienen mayor cabida y aceptación que las nuevas vanguardias o los menús más sofisticados y elaborados. El Madrid que es más de bocadillo de calamares y de pimientos que de nuevas influencias.
Sin embargo, si hay un plato que es castizo y que respira Madrid por los cuatro costados ese es el cocido madrileño. Un plato tan típico como difícil de encontrar. Al menos, a una buena calidad y a un precio razonable. Y es que el mercado de los cocidos madrileños se ha disparado en la capital, donde muchos establecimientos intentan hacer su agosto cada vez que venden un plato.
Por ello, cada vez es más complicado encontrar un buen cocido madrileño de puchero de barro como los de toda la vida. Cocinado con calma y con esmero. Y cuyo antojo no nos cueste por encima de los 25 o los 30 euros. La fiebre por el cocido se ha disparado, huyendo del Madrid profundo y acercándose a los sitios más exclusivos.
Sin embargo, aunque cueste encontrarlos, siguen quedando lugares de los de antes, donde el cocido se cocina y se sirve como mandan los canones de la tradición y de la historia. Y cuyo dueño no se ha dejado llevar ni por la inflación ni por el 'hurto' constante al cliente. El mejor ejemplo es el Bar Menéndez de Madrid.
En este establecimiento, donde se ofrece uno de los mejores cocidos de la capital, se mantienen fieles a su esencia. Tanto en el modo de preparación como en el trato al cliente. Y es que este también pasa por no sangrarle con los precios. Por ello, si buscamos un cocido rico y sin que nos duela el bolsillo, es nuestra mejor opción.
El cocido madrileño de Menéndez
Eduardo Menéndez es el dueño de este restaurante clásico de Madrid. Su establecimiento se sitúa a la entrada del Mercado de Santa María de la Cabeza, en el distrito de Arganzuela. Y es uno de los pocos lugares de la capital donde todavía podemos encontrar un cocido madrileño por menos de 20 euros.
Este plato pone de acuerdo a todos sus clientes, los cuales quedan sorprendidos por la intensidad del sabor y por la calidad del producto en comparación con su precio. Así es como consigue fidelizar adeptos sin parar. Así, y ofreciendo su cocido de puchero todos los días de la semana a excepción del domingo.
En Madrid, lo habitual es que los restaurantes castizos se reserven un día a la semana para incluirlo en su menú. Generalmente, los jueves. Sin embargo, en el Bar Menéndez encontramos el paraíso del cocido madrileño de lunes a sábado. Y a un precio que deja en evidencia a toda la competencia. Este cocido, que incluye bebida y postre, cuesta sólo 13,50 euros.
Gracias a estos precios y a su genuina calidad, Menéndez ofrece más de 60 pucheros a la semana. Un éxito rotundo que se ha visto acentuado por la llegada de las redes sociales hasta su establecimiento. O más concretamente, por la aparición del creador de contenido Cocituber, quien ha promocionado a través de sus redes sociales este establecimiento.
Tras publicar uno de sus habituales vídeos en TikTok y en Instagram, la fama del cocido Menéndez ha crecido exponencialmente. Y así, se puede apreciar su valor y su calidad real. Cada vez llegan más comensales deseando comprobar si las bondades que se cuentan sobre él son ciertas y si de verdad merece tanto la pena. Y lo cierto es que las reseñas confirman por qué es el plato estrella.
"El cocido está espectacular y en cantidades industriales", dice uno de los clientes que ha pasado por este establecimiento quedando maravillado. Otro asegura que este plato es "impresionante" y que pueden comer "dos personas" además de estar "riquísimo".
Reseñas que hacen referencia no sólo a la calidad, sino también a la cantidad, y es que los platos rebosan para dejar a todos sus clientes satisfechos. Además, este restaurante cuenta con un truco infalible y es calentar el plato y el puchero en el horno, ambos de barro, para conservar el calor el mayor tiempo posible y que el cocido siempre esté caliente.
Una receta perfecta, un producto cuidado, un trato inmejorable y detalles que marcan la diferencia en un cocido que no tiene nada que envidiar a los lugares de alta cocina de Madrid que han elevado los precios incluso por encima de los 35 euros. Este plato incluye repollo, guindilla, cebolla, todo el pan que quieras, tocino, morcilla, chorizo y garbanzos de Toledo, el único producto que se adquiere fuera del complejo en el que está situado, creando así una red local que beneficia a todos los comercios del Mercado de Santa María de la Cabeza.
Eduardo se pasea por el mercado, compra su producto y después recibe en su restaurante a los tenderos a los que previamente ha acudido. Y así crean una red en la que todos se ayudan a seguir tirando hacia delante en estos momentos tan complicados en los que los precios se han disparado. Una tradición que se mantiene con el paso de los años y que permite a los trabajadores del Bar Menéndez conocer a todos sus clientes como si fueran una gran familia.