Carabaña
Publicada

Hace más de 15 años que José Cabrera, junto a su mujer Amparo Fernández, se propuso "recuperar el sabor perdido del tomate". Y lo hizo en Carabaña, un pueblo al este de la Comunidad de Madrid con un suelo inmejorable para el cultivo.

Junto a los manantiales del río Tajuña crearon Huerta Carabaña, una preciosa finca que recoge 300 hectáreas de huerto, viñedo y olivar, y una casona con una bodega y una almazara para producir un exclusivo aceite de oliva.

En cambio, la joya de la casa es, sin duda, su excepcional colección de 210 variedades de tomates, única en el país. Algo que rápidamente detectaron los mejores cocineros de Madrid.

Mientras José Cabrera pasea por su huerto de tomates, recuerda cómo fueron sus comienzos: después de plantar durante 2 años 300 variedades de tomates, escogieron los 22 mejores y las llevaron a los restaurantes más distinguidos de la capital.

"Con la suerte de que cuando los llevé al Ritz, fue a comer la dirección de El Corte Inglés y el chef les sirvió un plato de Zarzuela de exposición con las 12 variedades de tomates", recuerda el agricultor.

Edificio principal de Huerta Carabaña, donde se encuentra la almazara y la bodega. Huerta Carabaña

El consejo de dicha empresa quedó tan maravillado que ahora, sus 20 tipos de hortalizas, entre ellas esas variedades de tomates, las venden en exclusiva a El Corte Inglés, donde también cuentan con dos pequeños restaurantes en los centros comerciales de Goya y Castellana. "Todos los días mandamos cuatro o cinco camiones para que las verduras frescas lleguen al consumidor", detalla José.

Pero no son los únicos que reciben estos saludables y deliciosos tomates. Huerta Carabaña cuenta con "clientes VIP" como la Casa Real, la presidenta del Banco Santander y la Moncloa, entre otros.

Aunque también cualquier particular puede comprar los productos de Huerta Carabaña. Además de su venta en la propia huerta y en su tienda de Madrid, las verduras, siempre de temporada, están disponibles en su tienda online, con reparto exclusivo en la Comunidad de Madrid. También se pueden disfrutar en exclusivos restaurantes como Saddle, Lhardy, Hotel Villamagna y Casa Agustín, en El Boalo. 

El oro líquido

Otras de las reliquias de la huerta es el aceite gourmet elaborado en la almazara de la finca a partir de la variedad de aceituna Changlot Real. Entre sus clientes, se encuentra la Casa Blanca estadounidense.

Otra de las curiosidades de su oro líquido es que, bajo el patrocinio del Banco Santander, Huerta Carabaña envía al Vaticano un litro al mes de su aceite milenario, proveniente de un olvido de 1.224 años de antigüedad de su finca, en un estuche forrado por el zapatero del Papa.

También cuentan con bodega en el sótano de la casona donde producen su propio vino, Valdepotros, de uvas Tempranillo, Syrah, Merlot y Cabernet Sauvignon. "Producimos unas 20.000 botellas al año", añade Amparo Fernández.

Huerto experimental

Huerta Carabaña se encuentra en sintonía con la naturaleza que le rodea, aprovechando los recursos locales, como la valiosa agua del río, construyendo un modelo de producción comprometido con el medio ambiente. Su apuesta por el consumo de proximidad, la autosuficiencia y su meticuloso cuidado desde la semilla hasta la mesa son fiel reflejo de su filosofía sostenible.

Además, la huerta sirve como un laboratorio vivo para la investigación, donde se estudia tanto la resistencia de las variedades a las enfermedades, como su adaptación a distintos climas y su valor nutricional. "Tenemos un huerto experimental con 40.000 variedades de plantas diferentes", informa el propietario de Huerta Carabaña. Asimismo, promueven el desarrollo de nuevas técnicas de cultivo, siempre orientadas a prácticas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. 

De estas tierras cuidadas con esmero provienen una gran variedad de frutas, como fresas, melocotones, paraguayas o nectarinas. Entre las hortalizas y verduras destacan calabazas, calabacines, pimientos, lombardas, berenjenas de porcelana, hinojo, romanescu, judías verdes o legumbres. Además, cuentan con una amplia gama de productos envasados y conservas.

A lo largo del año, Huerta Carabaña organiza visitas guiadas para grupos con reserva previa que pueden además disfrutar de su gastronomía si lo desean; y charlas educativas para colegios con el fin de divulgar la importancia de la biodiversidad en la alimentación y la agricultura. También participan activamente en proyectos de concienciación ecológica y formación.

Los agricultores de esta huerta, cuyos productos llegan cada día a las mejores mesas del país, están sobre todo satisfechos de haber conseguido que "los tomates vuelvan a saber a tomate en Huerta Carabaña".