Rafa De Andrés recuerda con cariño cuando su padre, también llamado Rafa y el mayor de siete hermanos, dejó con sólo 14 años su pueblo de Guadalajara, Aguilar de Anguita, para venir a Madrid a buscarse la vida porque "no había para comer".

Escogió trabajar en lo que más le gustaba: la hostelería, hasta que acabó montando su propio restaurante, Casa Rafa, junto a su hermano menor, Rodrigo. De esta manera, abrieron por primera vez las puertas de una de las marisquerías más emblemáticas de Madrid, que se conserva todavía en su ubicación actual, en la calle Narváez, 68, muy cerca del parque de El Retiro.

Actualmente, Rafa (hijo de Rafael) y Miguel Ángel (hijo de Rodrigo) continúan con el legado de la familia De Andrés, algo por lo que han sido reconocidos por la Academia Madrileña de Gastronomía, recibiendo el Reconocimiento a Toda Una Vida en la noche de este lunes 28 de octubre.

"Nos hace una ilusión infinita. Pronto cumplimos 70 años. Ha habido tiempo para ganar alguna mención. Tenemos premios de Europa y América. Pero esta es especial porque nos lo da la ciudad a la que se lo debemos todo", cuenta emocionado Rafa De Andrés.

El hostelero recuerda los comienzos del restaurante. Casa Rafa empezó siendo un bar de aperitivos de un público muy concreto: periodistas. "Abrieron al lado del diario Pueblo. Nos ayudaron muchísimo sus trabajadores porque venían a desayunar y tomar el aperitivo", informa Rafa.

A pesar de que cerró el periódico, la marisquería todavía cuenta con prestigiosos periodistas como clientes fieles. Otro tipo de visitas curiosas que reciben con el paso de tantas décadas de servicio son las de "la cuarta generación de familias" que han acudido durante toda la vida, cuentan desde el restaurante.

Casa Rafa ofrece desde un ticket medio de 50 euros por comensal producto de primera calidad y cocina de temporada con un aporte innovador. "La carta se basa en productos españoles. Todo lo que se compra en mi restaurante es pescado y marisco nacional", afirma con contundencia Rafa.