Convertido en su plato estrella y considerado uno de los mejores cocidos madrileños de la capital, el restaurante La Gran Tasca (calle Santa Engracia, 161) lleva tres generaciones haciendo de este plato tradicional su insignia sirviendo más de 20.000 raciones al año.
Por tratarse de un lugar emblemático de Madrid, la Guía Repsol le ha entregado este lunes 11 de noviembre uno de sus Soletes con Solera en su décima edición.
Elaborado con 15 ingredientes de máxima calidad, entre verduras, hortalizas, legumbres y carnes, su cocido madrileño se prepara a lo largo de dos días para ofrecer al cliente un plato único cuidado en cada detalle.
Entre las personas que han degustado este cocido está desde Margarita de Borbón, Lola Flores, Carmen Sevilla, Miguel Ríos, Alfredo Landa o Paco Martínez Soria, hasta Hombres G, Florentino Pérez, Miguel Indurain, Ana Torroja, Jordi Évole, Andrés Buenafuente o el Gran Wyoming. Todos y cada uno de ellos han pasado por allí para dar buena cuenta del mejor cocido de Madrid.
El premio del cocido es de 33,50 euros y el precio medio que suele gastar el comensal es de 40-50 euros (el servicio de parking está incluido).
Dos días de preparación
En este local, de dos plantas, con terraza, tres reservados y una capacidad total de 120 comensales, su sello de identidad es el cocido madrileño. "Cada día nos levantamos con la intención de hacer el mejor cocido posible. El cocido es un guiso que une y reúne; que da pie a juntarse con familiares, amigos o compañeros de trabajo y a disfrutarlo alrededor de una mesa. El cocido tiene la característica del compartir porque, al servir todo en medio, estás compartiendo alrededor del plato", explica Luis Álvarez, su propietario.
Su sopa se prepara cuidadosamente a lo largo de dos días con el objetivo de aportar a su caldo toda la intensidad de sabor de la carne y las verduras. Desgrasada por completo y reducida para proporcionar potencia de sabor, en cada cucharada se siente una densidad y cuerpo única.
La sopera se queda en la mesa para que cada cual se sirva las veces que desee y en medio se sirve su gran bandeja con los 15 ingredientes con los que lo elaboran: carnes, garbanzos, verduras y hortalizas que, en su gran mayoría cuentan con el apellido de donde provienen.
Los garbanzos son castellanos, de Fuente Saúco (Zamora), la gallina campera y el chorizo ahumado casero viene de Asturias, igual que la morcilla. La costilla, el tocino y la panceta es de cerdo ibérico y el morcillo especial de añojo.
A esto se le suma la punta de jamón y las verduras como repollo, zanahoria, patata o pimiento rojo complementan una bandeja que se acompaña de otro bocado muy especial, su pelota de carne picada mixta rebozada y cocida en el propio caldo.
La utilización de tantos ingredientes en su cocido hace que su sabor sea de lo más especial. Es por eso por lo que desde hace años ofrecen la posibilidad a los clientes de llevarse a casa lo que sobre de esta gran y deliciosa bandeja de ingredientes, además de incluirles en el precio la plaza del parking para que puedan desplazarse hasta allí sin problema.
Otros platos estrella
Además, ofrecen una carta de elaboraciones tradicionales realizadas con productos de temporada. Las croquetas, de su cocido y jamón ibérico y pollo, son dos de sus raciones estrella, junto con la morcilla artesana de Burgos elaborada tripa natural y acompañada de pimientos asados en casa, los torreznos de Soria, la chistorra de Navarra con patatas panadera al horno, las anchoas de Santoña '00' o los callos a la madrileña.
Las verduras de temporada y en conserva protagonizan los platos principales mientras los segundos son de carnes como el rabo de toro, las chuletitas de cordero lecha o el chuletón madurado a la piedra y de los pescados, como los chipirones de costa, las delicias de merluza de pincho o el bogavante con arroz caldoso.
La sección dulce es toda casera y vale la pena probar algunos de sus postres al centro. Elaboraciones tradicionales de casa de comidas como la leche frita, la tarta de queso, la cuajada o el flan de huevo son algunas de sus grandes recomendaciones junto con los helados de Creme Deluxe, como el de avellana o el de galleta.
Su historia
"Es un manjar español, pero sobre todo madrileño, histórico como este lugar y típico del invierno", reza el cartel que da la bienvenida a todo aquel que entra por la puerta de La Gran Tasca, un restaurante abierto en 1942 especializado, no solo en el cocido madrileño, sino en la cocina española más tradicional elaborada con los mejores productos.
Localizado en sus comienzos en la calle de la Ballesta, razón por la cual La Tasquita de Enfrente de Juanjo López adoptó su nombre, sus 80 años de vida están presentes en cada uno de sus rincones, mientras las fotografías de sus paredes atestiguan las caras conocidas que se han desplazado hasta allí.
Cuando en los años 90, La Gran Tasca paso a manos de Luis Álvarez, primera generación de la segunda familia que lo ha regentado, esta casa de comidas evolucionó.
"Al principio el cocido se realizaba tres días a la semana, pero desde hace más de 40 años, se prepara todos los días", explica su hijo Luis, director y propietario actual del restaurante.
"Mi padre ha sido una figura crucial en el desarrollo del restaurante. De él he aprendido una hostelería que ya no existe. La responsabilidad, la seriedad, el sentido del trabajo y la organización que nos enseñó ha hecho posible que a día de hoy La Gran Tasca sea un restaurante que ofrece un servicio en donde la gente se siente como en casa", explica, y es que es cierto que aquí todo el que viene se siente en familia y solo hace falta volver una segunda vez para que te llamen por tu nombre.
Su hijo Luis, quien ahora dirige esta casa, entró hace 15 años para conocer de cerca cada una de sus áreas: "He pasado 5 años en la cocina, 6 años en la sala y ahora me encuentro llevando la parte de administración y marketing. Mi aprendizaje ha sido desde abajo, como en la vieja escuela, estando al lado de mi padre, mi tío y mi jefe de cocina".
Soletes con Solera
La Guía Repsol ha galardonado esta semana a otros restaurantes madrileños con sus Soletes con Solera en su décima edición:
El Corral de la Abuela | Comunidad de Madrid | Madrid | Aranjuez | Restaurantes |
La Venta Vieja | Comunidad de Madrid | Madrid | Cercedilla | Bares |
La Balconada | Comunidad de Madrid | Madrid | Chinchón | Restaurantes |
Casa Enriqueta | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Bares |
Casa Labra | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Bares |
Casa Mingo | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Bares |
Doble y Gilda | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Bares |
El Cangrejero | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Bares |
El Greco | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Bares |
La Mina | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Bares |
La Tienta | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Bares |
Trabancos | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Bares |
Antigua Pastelería del Pozo | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Cafeterías |
La Andaluza | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Cafeterías |
El Bierzo | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Restaurantes |
El Nuevo Zaguán | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Restaurantes |
La Castañal | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Restaurantes |
La Gran Tasca | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Restaurantes |
La Taberna Antonio Sánchez | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Restaurantes |
Bora-Bora | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Vinotecas |
La Violeta | Comunidad de Madrid | Madrid | Madrid | Vinotecas |
Jardín de Felipe | Comunidad de Madrid | Madrid | Navacerrada | Restaurantes |