Madrid es una ciudad conocida y famosa en el mundo entero por muchos factores. Tanto es así que muchos ranking la sitúan entre las mejores capitales del planeta para vivir o incluso para disfrutar de unas vacaciones. Uno de los principales motivos es porque no faltan los planes ni las oportunidades de ocio.
Sin embargo, Madrid es mucho más que eso. De hecho, el Madrid de verdad para muchas personas está en su carácter íntimo y castizo, ese que también se puede encontrar a pesar de que hablemos de una ciudad de más de tres millones de personas. Y no hay nada más arraigado en la capital que su sabor.
Ese sabor reside, principalmente, en su variada y rica gastronomía. En sus platos repletos de vida y que son un compendio perfecto de texturas y recuerdos, de anécdotas y aromas que enaltecen el valor de una ciudad única. Y es que la capital es lo que es también por esas recetas que nacieron de las abuelas madrileñas.
Una de las más conocidas dentro de la capital, pero que a la vez permanece secreta para muchas personas externas a la ciudad, es la de los Soldaditos de Pavía. Se podría decir que es una cena que enamora a todos los madrileños, sobre todo por su increíble sabor y por lo fácil y rápida que es de preparar.
Una receta única que se convierte en la mejor forma de acabar el día disfrutando de Madrid con todos los sentidos, pero especialmente con el del gusto y el olfato. Y es que este plato está lleno de matices, sobre todo si seguimos el rumbo de los libretos más clásicos como el que se toma de timón en Casa Labra, uno de los bares de Madrid que mejor prepara este plato y que hace las delicias de todos sus clientes en pleno centro.
¿Cómo son los soldaditos de las abuelas madrileñas?
Madrid tiene una gastronomía propia muy rica. Todos conocemos platos tradicionales como sus calamares, sus callos o su cocido. Manjares que han trascendido al espacio y al tiempo y que han salido, como dice el dicho popular, de Madrid al cielo. Y también al mundo.
Sin embargo, hay otros platos que no son tan conocidos, pero que están igualmente muy ricos y que merece la pena descubrir. Y es que si Madrid es la ciudad de todos también lo es, precisamente, por compartir sus tesoros con todos los que hasta ella acuden.
Uno de los mayores ejemplos son los Soldaditos de Pavía, un plato típico madrileño que se prepara de manera rápida, en apenas 20-30 minutos, y que es uno de los aperitivos más típicos de la gastronomía capitalina. Este plato consiste en unas piezas de bacalao desalado y rebozado acompañadas de unas tiras de pimiento rojo.
La mejor forma de acompañarlas es con una copa de vino de la región y estas recetas han pasado de generación en generación hasta consolidarse en algunos de los bares que mejor servicio ofrecen de la ciudad. Uno de ellos es Casa Labra, situado en la calle de Tetuan, 1. Muy cerca de la Puerta del Sol.
Este plato a base de rebozado de bacalao al azafrán tiene un origen histórico, ya que debe su nombre al uniforme de las tropas germano-españolas de Carlos V que lucharon contra los franceses en Pavía, aunque también lo relacionan con el color de los uniformes de los húsares españoles durante el siglo XIX. Para preparar este plato necesitaremos:
- 1 kilo de bacalao
- 2 huevos
- 200 gramos de harina de trigo
- 2 cucharaditas de levadura química o impulsor
- 100 mililitros de cerveza
- Aceite de oliva virgen extra
- 2 dientes de ajo o azafrán molido
- Perejil fresco
- Sal
Lo primero que hay que hacer es pelar y picar unos dientes de ajo. Y si se puede, mejor machacarlos. Después, los ponemos en un recipiente hondo junto a unos huevos y los batimos. Aquí añadiríamos el azafrán en caso de incluirlo. Vertemos la cerveza y a continuación añadimos la harina y la levadura removiendo enérgicamente. Espolvoreamos un poco de perejil, removemos y dejamos reposar la mezcla tapada 15 minutos en el frigorífico.
Mientras preparamos una sarten con aceite de oliva virgen extra y la ponemos a calentar para la fritura. Cortamos los lomos de bacalao en pequeños bastones de unos 2,5 cm de ancho. Añadimos un poco de sal al bacalao y lo rebozamos en nuestra masa. Los pasamos por la sartén una vez haya cogido el aceite la temperatura idónea y dejamos que se hagan a fuego medio-alto hasta que estén dorados.
Esta es una de las mejores formas de comer un plato absolutamente delicioso a base de un producto que, a la vez, es muy beneficioso para la salud. Y es que el bacalao es una fuente de vitaminas A y D y de omega 3. Este pescado de bajo contenido graso proporciona una gran cantidad de proteínas. Aporta calcio, fósforo y potasio, ayudando al correcto funcionamiento del sistema nervioso y a proteger el sistema cardiovascular, además de tener propiedades antiinflamatorias.