El castillo del siglo XV y embrujado que tienes que visitar en Madrid

Ubicado a solo 75 kilómetros de la ciudad de Madrid es donde encontrarás esta impresionante fortificación medieval rodeada de leyenda y fenómenos paranormales.

28 marzo, 2023 12:52

Alba Llano

España está plagada de lugares increíbles llenos de historia, como algunos de los castillos mejor conservados, pero también numerosos emplazamientos en los que la historia y las leyendas han conseguido fusionarse y convertir algunos de estos puntos geográficos en los mejores destinos de peregrinaje para los amantes del mundo paranormal y los fantasmas.

Este es el caso de los 10 monumentos y palacios encantados de España, pero también de este curioso castillo que en esta ocasión te proponemos visitar y que podrás encontrar en la Comunidad de Madrid.

Una fortaleza que fue levantada en pleno siglo XV por don Álvaro de Luna y que figura como uno de los castillos más señeros de la región y de mayor entidad, junto con el de Manzanares el Real. Hablamos en esta ocasión del Castillo de la Coracera situado en San Martín de Valdeiglesias. Un castillo rodeado de historia y leyendas.

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Historia del Castillo de Coracera

En el pueblo de San Martín de Valdeiglesias, situado en el extremo occidental de la Comunidad de Madrid y lindando con las provincias de Ávila y Toledo, es donde encontrarás esta fortaleza medieval próxima al conocido Pantano de San Juan, una de las 'playas' de Madrid.

Visible desde lejos gracias a su robusta fachada, este castillo es el emblema de la población. Una fortaleza mandada construir en el siglo XV por don Álvaro de Luna, válido del rey Juan II, padre a su vez de Enrique IV y de su hermana, la poderosa Isabel la Católica. De ahí que este castillo también hizo la función de aposento de la monarca en su proclamación como reina de Castilla.

Se cree que el castillo se decidió levantar en el año 1434, coincidiendo esa fecha con la que el condestable de Castilla compró el pueblo y señorío de San Martín de Valdeiglesias por 30.000 maravedíes a los monjes del monasterio, por aquel entonces dueños de la mayor parte de las tierras de la zona.

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Después de que Don Álvaro de Luna fuese ejecutado en Valladolid, este castillo paso a ser de un cronista de los Reyes Católicos, para posteriormente pasar a la casa ducal del infantado. Todo ello, hasta pasar a manos de don Agustín de la Serna y López de la Hoz (Barón de Sacro Lirio) en pleno siglo XIX.

Una vez entrado el siglo XX, el Castillo Coracera pasó a tener diversos propietarios que lo destinaron a un uso privado. Todo hasta el año 2003 cuando el Ayuntamiento de San Martín de Valdeiglesias y José Fernando Cornejo Pablos se hicieron con la propiedad.

En lo que respecta a su estructura, destaca por concebirse sobre una planta cuadrada con tres construcciones circulares, entre las que destaca la torre del homenaje, con forma pentagonal y tres garitones.

A día de hoy, este castillo supone una visita imprescindible en la villa por su historia, en la que incluso llegó a ser cuartel de las tropas francesas de Napoleón durante la Guerra de la Independencia, su buenísima ubicación y por supuesto también por su fantasma.

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El fantasma del Castillo de la Coracera

Todo comenzó con el último señor feudal que habitó este castillo y que protagonizó además una vida de excesos en todos los sentidos, este era Juan Fernández Ganza (1933-1985). Una persona que muchos calificaban como excéntrica y radical y que acabó sus días entre los muros de este castillo.

Juan Fernández Ganza fue encontrado sin vida en los aposentos de su propio castillo en 1985, postrado en una cama, que según cuentan había sido propiedad de Juana I de Castilla, también conocida como Juana la Loca. Allí apareció con un orificio de bala en la cabeza y pistola en mano. Por lo que el fallecimiento fue dictaminado como suicidio.

Sin embargo, a pesar de su actitud violenta, sus excesos, excentricidades, afición por lo oculto con sesiones de espiritismo y de ouija incluidas, su obsesión con la figura de Carlos II "el Hechizado" y vida abrupta de Juan Fernández Gaza, los que lo conocían nunca defendieron dicha hipótesis de suicidio.

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Una muerte que sigue siendo todo un misterio sin resolver y tras la que comenzaron a experimentarse sucesos extraños contados a través de las historias de vecinos e investigadores de lo sobrenatural, quienes afirman haber escuchado voces y recogido psicofonías en sus instalaciones.