La impresionante ciudad tallada en piedra que se encuentra a tan sólo una hora de Madrid

Si buscas planes diferentes para vivir un fin de semana especial o disfrutar de una escapada inolvidable hay pocos lugares como la impresionante ciudad tallada en piedra a sólo una hora de Madrid. Este destino es perfecto para ser visitado con toda la familia, ya que asombra tanto a niños como a adultos, un lugar perfecto para viajar a otra época.

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Es ciudad se encuentra situada en un pueblo que pertenece a Guadalajara, y a continuación te explicamos todo lo que podrás encontrar en este lugar.

Ciudad abandonada de Cívica

La ciudad abandonada de Cívica es el destino que no puede faltar en tus planes para este otoño. Esta ciudad tallada en piedra situada a apenas una hora de Madrid se encuentra cerca del pueblo de Brihuega, en Guadalajara, también conocido como "Jardín de la Alcarria". En concreto, se encuentra en la carretera que une Brihuega con Masegosa, a unos ocho minutos del pueblo.

El origen de esta espectacular ciudad de piedra es desconocido, pero se sabe que su creación vino dada por una excavación realizada en la roca kárstica. Se trata de una sola construcción que, a pesar de que hoy en día está un tanto deteriorada, es muy imponente y llamativa, además de poder distinguir diferentes elementos de la misma como puertas, arcos, fachadas y una balaustrada.

En el interior, sin embargo, solo se encuentra la piedra, si bien es muy recomendable entrar para echar un vistazo a este lugar impresionante que no te dejará indiferente. El acceso se realiza mediante varias escaleras, en una zona en la que hay que tener bastante cuidado, sobre todo si se visita en compañía de los más pequeños de la casa.

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Una vez que hayas visitado esta impresionante ciudad tallada en piedra, podrás ver como enfrente se encuentra situado el río Tajuña, además de un pequeño bar que tiene zona de merendero, de manera que es un lugar ideal para poder comer allí o tomar algún aperitivo o bebida antes de marchar del lugar.

En medio de un lugar idílico

Cívica surge como un pequeño conjunto urbano emplazado en un paraje de gran belleza, en un lugar a pie de carretera que está cubierto de una frondosa vegetación, con cascadas, arroyos, grutas, manantiales y otros elementos naturales. Estos se mezclan con los diferentes elementos arquitectónicos que son obra del hombre.

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A pesar de que no hay indicios que puedan confirmarlo, es muy posible que todas las galerías que se encuentran en esta ciudad tallada en piedra fuesen utilizadas desde la Edad Media como refugio de eremitas, que estaban interesados en lugares como este. Sus galerías forman un pequeño laberinto, con rincones iluminados por pequeños huecos a través de los cuáles entra la luz.

El origen de la ciudad tallada

No se sabe mucho de la historia y del pasado de Cívica, tan solo algunas citas sueltas que aseguran que hubo una casa grande y una granja en el lugar que fueron adquiridas en 1441 por los monjes jerónimos de Villaviciosa de Tajuña a su dueño, Antón Díaz, residente en Cifuentes.

En otros textos se habla de su origen celtíbero. En realidad, se trata de una construcción reciente, aunque a simple vista parece tratarse de una aldea muy antigua. El responsable fue Don Aurelio, un sacerdote que estaba enamorado de la belleza del entorno y que heredó los terrenos en los que se encuentra este laberinto de roca.

En lo que respecta a los habitantes pasados de las cuevas de Cívica, se cree que pudieron ser habitadas por ermitaños visigodos, cenobitas medievales, místicos sefardíes refugiados, sufíes de Brihuega, frieres del Temple, agustinos dedicados a labores agrícolas, jerónimos…

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Hoy en día Cívica es un pueblo abandonado que merece la pena visitar por su originalidad y por ser una combinación perfecta entre la naturaleza y la obra del hombre. Sus parajes dan para mucho y es un lugar ideal para una escapada.

Visita el pueblo de Brihuega

Si vas a visitar la ciudad abandonada de Cívica, puedes aprovechar el viaje para visitar el pueblo de Brihuega, un lugar perfecto para hacer un viaje al pasado, hasta la Edad Media. Podrás disfrutar por sus calles empedradas, que son toda una experiencia.

También podrás contemplar su muralla de más de dos kilómetros, unas cuevas bajo el pueblo realmente impresionantes y el castillo de Peña Bermeja, que fue construido en su momento por la iglesia para los arzobispos que se quedaban en el pueblo durante largos periodos de tiempo. Brihuega posee un impresionante casco viejo, que fue declarado Conjunto Monumental Histórico-Artístico en 1973.

Además, se recomienda visitar la Real Fábrica de Paños, que se fundó en 1750 o la fuente Blanquina o de los doce caños. Esta última es una de las señas de identidad de Brihuega, a pesar de que durante la Guerra Civil fue prácticamente destruida. En 1940 fue reconstruida.

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También hay que hacer mención a la Plaza del Coso, del siglo XVI, lugar en el que se celebraban las corridas de toros antes de que fuese construida la Plaza de toros. En esta plaza se pueden encontrar distintos edificios que llaman la atención, como el Ayuntamiento, la cárcel de Carlos III y las Cuevas árabes.

La Real Cárcel de Carlos III se levantó durante el reinado de este, en 1781, en el lugar en el que estaba la del siglo XVI de Felipe II. Tras pasar por diferentes usos, actualmente alberga la Oficina de Turismo. En la segunda plata se encuentra el Centro de Documentación Histórica del Archivo de Brihuega.