Las instituciones públicas no se habían enfrentado a un reto de la talla del coronavirus en su historia moderna. La necesidad de imponer el distanciamiento social y las restricciones a la movilidad han provocado que la tecnología tenga que jugar un papel crucial a la hora de plantar cara a la pandemia, tanto en el flanco sanitario como en el económico.
En un contexto tan crítico, la colaboración publico-privada se ha presentado como una solución para permitir a las instituciones dotar de servicios a los ciudadanos en un momento tan complicado. La Comunidad de Madrid, región más golpeada por la pandemia, está contando con el apoyo de compañías como Google, Microsoft, Telefónica, Ferrovial, Goggo Network, Carto, Forcemanager o Mendesaltren.
Y es que, si la prioridad está en el campo sanitario, la envergadura de esta crisis está golpeando también con la misma fuerza que a la salud al sistema económico, laboral, educativo o cultural. Una serie de campos en los que la Comunidad de Madrid ha lanzado iniciativas para cubrir desde el ámbito digital la falta de capacidades físicas que las estrictas medidas de confinamiento necesarias para parar el avance del virus han provocado.
En definitiva, en ánimo detrás de estas iniciativas persigue amplificar las capacidades de los recursos tradicionales de la administración pública. El modelo en el que se han basado los proyectos de la Comunidad de Madrid tienen su origen en distintos proyectos lanzados tanto en Corea del Sur como en China
Entre los distintos proyectos tecnológicos destacan:
App y web coronamadrid
Los usuarios ya pueden acceder a la aplicación Coronamadrid. Una herramienta que facilita la auto-evaluación y sus posibles dolencias desde sus casas a través del teléfono móvil. Esta aplicación nace como complemento a la web www.coronamadrid.com, estrenada unos días antes. Desde el pasado 18 de marzo ha recibido más de dos millones de visitas y ha permitido realizar 200.000 auto-evaluaciones del coronavirus.
La nueva app estará disponible para los sistemas iOS y Android. Tanto la web como la aplicación permiten a sus usuarios geolocalizarse, siempre que activen esta funcionalidad. Según explican los responsables, el objetivo de esta funcionalidad es organizar mejor los recursos sanitarios para lograr una respuesta más ágil y eficaz en cada caso particular. Del mismo modo, con esta herramienta se pretende descongestionar la atención telefónica en el 900 102 112.
Este nuevo sistema permite que los ciudadanos, desde su domicilio, puedan acceder y consultar cuestionarios en los que se irán examinando los síntomas de coronavirus y las posibles dolencias que podrían tener. Una aplicación que, según los expertos, tendrá una vida útil más larga que el confinamiento. En el caso de Corea, con el virus bajo control, se sigue usando al mismo nivel precisamente para parar repuntes.
Registro de voluntarios
Si detectar casos lo antes posible es importante, tanto más lo es contar con personal suficiente que sea capaz de ayudar ahora que todos los servicios están desbordados. Para este cometido, la Comunidad de Madrid creó el pasado 15 de marzo un registro de voluntarios on line que ha llevado a más de 7.409 personas y 90 entidades privadas y del Tercer Sector a sumarse a la prestación de ayuda a la población más vulnerable ante el coronavirus. Una iniciativa que, en un solo día, permitió cubrir las primeras necesidades de voluntariado en la región.
Enseñanza online: EducaMadrid
Antes del confinamiento del total de la población, llegó la suspensión de las clases en toda la región de Madrid. Como ayuda frente a la pérdida de las clases, la comunidad educativa ha tenido acceso a la plataforma EducaMadrid. Esta plataforma ha pasado de 650.000 conexiones a 1,1 millones. De la misma manera, el incremento de páginas en la mediateca ha superado el millón, cuando el 10 de marzo eran de 670.000.
En estas semanas, además, los contenidos a los que tienen acceso los alumnos han ido creciendo. Los docentes han cedido contenidos elaborados por ellos mismos que ya pueden distribuir a través de esta plataforma que jugarán un papel muy importante en las próximas semanas.
eBiblio: 10.000 libros y 4.000 películas gratuitas
Como complemento a las iniciativas centradas en los estudiantes, la Comunidad de Madrid ha puesto al alcance de los ciudadanos más de 10.000 libros y 4.000 películas gratuitas mediante el servicio eBiblio.
Sin necesidad de salir de casa, esta plataforma permite acceder a libros, periódicos, revistas y audiovisuales a todos los ciudadanos, aunque no sean usuarios del carnet único de bibliotecas. Asimismo, durante este tiempo se aumentará de tres a cinco el número de películas y audiovisuales que los usuarios pueden disfrutar por semana.
Planes virtuales de cultura y turismo
Al igual que se cancelaron las clases, los museos y centros culturales madrileños cerraron sus puertas como una de las primeras medidas para parar la propagación del coronavirus. Ante esta situación, se pusieron en marcha una serie de planes virtuales de cultura y turismo por la región madrileña.
Desde turismomadrid.es se puede visitar el circo glaciar de Peñalara o la dehesa ganadera de Los Molinos. Estas rutas son dos de los 15 recorridos por el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama a los que se puede acceder desde esta web.
Más herramientas para las consejerías
Pero si de verdad a alguien está ayudando la tecnología en estos días es a los trabajadores de la administración que, en muchos casos, están teniendo sus primeras experiencias de teletrabajo. Para facilitarlo la Comunidad de Madrid ha adquirido nuevos equipos, especialmente portátiles y líneas móviles.
Del mismo modo, se han potenciado las dotaciones y las infraestructuras necesarias para facilitar el teletrabajo a los empleados públicos, priorizando a los más de 4.000 usuarios que se han identificado como esenciales para mantener aquellos servicios que se consideran críticos para la administración y a los trabajadores del ámbito sanitario.
En total, se han adquirido en los últimos días más de 12.000 equipos. En este momento, más de 90.000 empleados públicos podrían tener acceso a distintas herramientas de trabajo remoto.
En definitiva, una serie de iniciativas con las que se pretende amortiguar la inevitable reducción de capacidades que provoca el confinamiento. La apuesta por la tecnología pretende que los recursos y las ayudas lleguen con más facilidad donde más falta hace.
Una experiencia que abrirá una nueva etapa en la administración pública, cuando pase esta crisis. Por lo menos esta catástrofe servirá para que las instituciones públicas ganen una flexibilidad y unas capacidades desconocidas antes de la crisis del coronavirus.