Este viernes, la Comunidad de Madrid va a comunicar las nuevas medidas que está estudiando para intentar frenar, como sea, el avance del coronavirus en la región. Los datos de la Consejería de Sanidad no reflejan un horizonte halagüeño, no al menos en el corto plazo: los positivos siguen creciendo y, por tanto, habrá que tomar nuevas decisiones.

Así, y a todas luces, otras zonas básicas de salud se unirán a las 37 áreas que, desde este lunes, se han visto confinadas. Todo puede cambiar y, hasta entonces, existen tres claves, tres criterios para restringir la movilidad en nuevos lugares a lo largo y ancho de toda la autonomía.

Son las que utiliza tanto el viceconsejero de Covid-19, Antonio Zapatero, como la dirección general de Salud Pública. En base a ello, tanto el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, como la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, deciden ejecutar unas estrategias… u otras.

EL ESPAÑOL elabora un mapa por zonas básicas de la región que radiografía cómo está atacando el virus y qué proximidad tienen unas con otras, que permite conocer la probabilidad de que ese barrio sea el siguiente en tener su normalidad alterada.

La incidencia acumulada

Todo vuelve a girar, de nuevo y una vez más, en torno a un baremo esencial: la incidencia acumulada. Esta cifra permite conocer cómo está repercutiendo la Covid-19 en la población, y utiliza una escala unitaria: se mide el número de positivos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.

Es la principal pauta que está utilizando el Gobierno regional, tal y como informó EL ESPAÑOL, para acotar sus actuaciones. En ello ha vuelto a incidir este miércoles Zapatero. Para la Consejería de Salud los casos más graves y que requieren de una acción inmediata son los que su incidencia acumulada es igual o superior a 1000.

En esa categoría entran los 37 ya afectados: Puerta Bonita ,Vista Alegre y Guayaba (Carabanchel); Almendrales, Las Calesas, Zofío, Orcasur y San Fermín (Usera); San Andrés, San Cristóbal, El Espinillo y Los Rosales (Villaverde); Villa de Vallecas; Entrevías, Martínez de la Riva, San Diego, Numancia, Peña Prieta, Pozo del Tío Raimundo, Ángela Uriarte, Alcalá de Guadaira y Federica Montseny (Puente de Vallecas); Doctor Cirajas, Ghandi, Daroca y La Elipa (Ciudad Lineal); Alicante, Cuzco y Francia (Fuenlabrada); Humanes de Madrid (Humanes y Moraleja de Enmedio); San Blas e Isabel II (Parla); Las Margaritas y Sánchez Morate (Getafe); Reyes Católicos (S.S. de los Reyes), Chopera y Miraflores (Alcobendas).

Pero también las 16 nuevas zonas que, según los últimos datos publicados, actualizados a 22 de septiembre, superan esos 1.000 positivos por cada 100.000 habitantes. Son Villaamil (en el distrito de Tetuán), García Noblejas (Ciudad Lineal), Lavapiés (Centro), Campo de la Paloma y Rafael Alberti (Puente de Vallecas), Canillejas (San Blas-Canillejas), San Isidro (Carabanchel), Orcasitas (Usera) y Vicálvaro-Artilleros (Vicálvaro).

Fuera de la capital, las zonas calientes por encima de 1.000 no restringidas son Doctor Trueta y Miguel Servet (Alcorcón), Las Fronteras (Torrejón de Ardoz), Panaderas (Fuenlabrada), Villa del Prado (en el municipio homónimo), Alcalde Bartolomé González (Móstoles) y Sierra de Guadarrama (Collado Villalba).

La evolución con la quincena previa

El siguiente punto a tener en cuenta es la evolución con respecto a la quincena previa. Es decir: saber qué incidencia acumulada tuvo esa zona básica de salud con los datos anteriores, del 15 de septiembre.

Si ha bajado la cifra, las posibilidades de que ese área sea confinada disminuyen. Si sube, y cada vez se dan más contagios, aumentan.

Puede consultar la incidencia acumulada a 15 de septiembre en esta noticia.

El control geográfico

Como ya publicó este diario de fuentes regionales, las medidas de restricción afectan principalmente los contactos sociales, con la idea de crear zonas burbuja, pero no a los movimientos relacionados con el trabajo o el colegio. Pero no sólo la situación sanitaria es el único baremo a tener en cuenta.

Desde el Ejecutivo de Ayuso se apoyarán también en la situación económica de cada barrio para tomar las medidas. Y esto pasa no sólo por la actividad de los negocios, sino por la idiosincrasia de cada zona básica y de la capacidad de atención por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, a los que el Gobierno de Madrid ya ha pedido ayuda formal.

Es lo último a tener en cuenta: el poder facilitar el control con la contigüidad geográfica de las zonas básicas de salud. Esto es: si un área con una incidencia acumulada menor de 1.000 pero igualmente alta se encuentra entre dos que sí están confinadas, probablemente también se actúe sobre ella. Por una cuestión de practicidad: el virus no entiende ni de aceras ni de calles.