Un macrobotellón convocado por las redes sociales ha congregado esta madrugada a alrededor de 25.000 de jóvenes en el campus de la Universidad Complutense de Madrid, según cifras de la Policía Municipal. En las imágenes compartidas por los propios asistenes se pude ver a una gran multitud en los alrededores de las facultades sin distancia ni mascarilla. También esta noche ha tenido lugar un botellón similar en la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB), lo que ha ocasionado un colapso en las carreteras que dan acceso al recinto.
Se estima que al botellón de Madrid han acudido alrededor de 25.000 personas que se han acumulado en los alrededores de la biblioteca María Zambrano y la facultad de Historia de la Universidad Complutense, sin distancia de seguridad y en muchos casos sin uso de mascarilla u otras medidas de seguridad.
La Policía Municipal estuvo por la zona desde pasada la media noche hasta las 7.00 horas, "pero sin un aviso previo por parte de la Universidad y, por ello, sin el correspondiente operativo preparado, disolver a unas 25.000 personas es tarea casi imposible".
Por eso, las labores de vigilancia y control se centraron en evitar incidentes, sobre todo en los viales y en el entorno del Metro. Se logró el objetivo de evitar incidentes graves, dada la altísima confluencia de personas.
La presencia de la Policía Municipal logró que las personas congregadas se fueran marchando, pero la ausencia de medios de trasportes a esas horas hizo que fuera de forma "muy lenta". Entre otras unidades, hasta allí se desplazaron efectivos de la Unidad Integral de Distritos (en especial de Moncloa), las UCES, Secciones y la sección de Apoyo Aéreo (drones).
Entre la multitud en ambiente festivo se podían escuchar gritos cómo "estamos todos vacunados", "¿eres de Pfizer o Moderna?".
Este macrobotellón tiene lugar después de que empezaran las clases en la universidad y a tan solo dos días de que el ocio nocturno vuelva a abrir hasta las 06.00 horas en la Comunidad de Madrid.
Vagones saturados en Barcelona
Por su parte, el macrobotellón de Barcelona comenzó a ocasionar problemas en las carreteras sobre las 23:30, cuando se registraron caravanas para acceder en coche al campus, ubicado junto a la autopista AP-7, paralela a la vía de alta capacidad B-30, y junto al nudo que las enlaza con la C-58 y la N-150, entre otras.
Asimismo, usuarios de los FGC narran en las redes sociales cómo los vagones que iban hacia Bellaterra iban saturados de jóvenes, algunos de los cuales bebían, cantaban y fumaban en el interior del convoy.
Los primeros trenes de esta mañana todavía registraban un importante número de jóvenes procedentes de la fiesta, que viajaban de regreso a Barcelona tras el macrobotellón.
La celebración de la fiesta, convocada inicialmente por personas que decían pertenecer a una facultad de ingeniería de la universidad, provocó que los Mossos desplazasen a la zona diversas dotaciones de varias unidades de la policía para controlar los accesos e intervenir en algunas de las peleas que se han registrado, si bien esta mañana todavía no se tiene constancia de heridos y detenciones.
Este dispositivo se desarrolló en colaboración con los miembros de la seguridad privada de la universidad, que se encargaron de controlar el desarrollo de la fiesta en el interior del recinto universitario.
La celebración de la macrofiesta en la universidad coincide con el mantenimiento de las medidas que limitan la actividad del ocio nocturno en Cataluña con motivo de la pandemia en el último fin de semana del verano, que coincide con el reinicio de la actividad académica.