Este martes, la Policía Nacional detuvo a dos personas por entrar a robar en una casa con sus propietarios dentro. El pasado diciembre, una joven de 22 años fue robada y agredida en la parada de Metro de Batán. Una semana antes, otra mujer sufrió un intento de robo y agresión. El recinto La Venta del Batán ha sido objeto de robos y vandalismo en numerosas ocasiones. Este mismo miércoles la Policía Municipal ha tenido que entrar a una caseta abandonada para desalojar a un grupo de jóvenes.

La inseguridad en este barrio madrileño no ha dejado de crecer en los últimos años. Todos estos sucesos tienen un denominador común, según las policías nacional y municipal: el Centro de Primera Acogida de Batán.

Este centro público, aunque gestionado por la Fundación Antonio Moreno, acoge a un importante número de menores extranjeros no acompañados (menas) magrebíes. El centro es el antiguo albergue Richard Schirrmann y en abril de 2019 fue abierto habilitado para descongestionar el de Hortaleza.

La entrada al Centro de Primera Acogida de Batán, en la Casa de campo de Madrid. Google Maps

“Ahora mismo [miércoles por la mañana] están interviniendo compañeros en una caseta a 30 metros del centro”, afirma una fuente policial a Madrid Total. “Entran ahí por el tejado para fumar porros o guardar sus cosas”. Esas cosas incluyen material robado.

El pasado 4 de enero, los agentes municipales desmantelaron dos habitaciones de La Venta del Batán donde varios ex menas se habían colado e instalado a dormir. Las personas desalojadas habían pasado anteriormente por el citado centro de primera acogida, según informó el cuerpo policial.

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Allí encontraron mantas, ropa, colchones, bolsos de mujeres, teléfonos móviles, papeles escritos en árabe, diarios personales y un listado de comedores sociales de Madrid.

Un simple paseo por Google Maps da testimonio del hartazgo de los vecinos. “Gracias a convertir el albergue en un centro de menas pasear por la Casa de Campo vuelve a ser una actividad de riesgo como en los 80 o en los 90”, afirma un usuario, en una reseña del centro de la discordia.

“Aunque no aparece en Google a la primera, es un sitio peligroso lleno de menas. Mejor evitar la zona”, apunta un segundo. “Atacan, agreden y violan a nuestros vecinos”, salta otro. Sin embargo, en los casi cuatro años que lleva habilitado este centro, no constan en el barrio denuncias por agresiones sexuales relacionadas con este centro. Lo que ocurre dentro, es otro cantar.

“A una compañera la intentaron violar”, contó un trabajador del centro a este periódico a mediados de 2020. “Todos estamos buscando otro trabajo”. La mayoría de los trabajadores fueron sustituidos cuando la gestión pasó a la Fundación Antonio Moreno. “Había de todo, también chavales que querían trabajar y hacer las cosas bien. Uno, por ejemplo, arreglaba móviles. A mí me cambió la pantalla”.

Dispositivo especial

Las hemerotecas dan fe del problema. El pasado 16 de diciembre tuvo lugar un robo con fuerza en una tienda de mascotas. Los asaltantes extrajeron más de 2.000 euros entre ordenadores portátiles, material de oficina y 500 euros de recaudación. Todo ocurrió en torno a las 5 de la madrugada.

Las cámaras de seguridad desvelaron que los asaltantes eran dos jóvenes, probablemente menores, que reventaron el cristal con varias piedras y una tapa de alcantarilla, y entraron al local.

Fachada de la Venta del Batán, donde está la escuela de tauromaquia de Madrid. Google Maps

Otro asalto a un local de la zona ocurrió en un bar de la calle Villamanín. Los dueños declararon a Telemadrid que “les rajaron los toldos" y afirmaron que no era la primera vez. En otra ocasión les habían destrozado vajilla, botellas y hasta la máquina registradora”.

El último capítulo grave de esta larga cola de sucesos fue la entrada de dos menores magrebíes en una vivienda de la calle Villasandino. Eran las 7:30 de la madrugada y los moradores estaban dentro de la casa. Robaron dinero en metálico, dos anillos y un altavoz.



Los agentes de la Policía Nacional que custodian el barrio consiguieron detener a dos de los autores del robo en la calle de Greco cuando caminaban por la acera. Llevaban consigo los objetos robados en la casa. Asimismo, estos asaltantes también intentaron acceder a otro piso bajo de la calle del Greco y a una tienda de alimentación de la misma zona.

Los dos menores fueron detenidos y trasladados por los agentes al Grume (Grupo de Menores de la Policía Judicial). Desde la semana pasada, la Policía Nacional mantiene un dispositivo especial de seguridad en Batán por esta oleada de robos perpetrados, en su mayoría, por los residentes del centro de menores.

Gracias a este plan, los agentes han conseguido evitar varios asaltos, han requisado varias navajas y han devuelto al centro a varios menores que permanecían fuera del recinto, incumpliendo el régimen del mismo.