El 1 de enero de este año, Esther Sanz tuvo que añadir un punto más a su lista de preocupaciones. Lleva dos años luchando contra el cáncer y tiene un hijo de 14 años. Ahora, cuando se monta en un coche de camino al hospital, también tiene que asegurarse de que ese coche tenga un distintivo ambiental válido para acceder a la almendra central de Madrid.
El Ayuntamiento de Madrid puso en marcha a principios de este año la nueva zona de bajas emisiones en el interior de la M-30, que impide el paso a los turismos sin distintivo ambiental. Esther vive en Fuente el Saz de Jarama, a 30 kilómetros del Hospital de La Princesa, donde recibe tratamiento para su cáncer. “Soy una persona inmunodeprimida y he estado inmunosuprimida. Tengo contraindicaciones y una de ellas es que no puedo usar el transporte público”, explica esta mujer de 40 años.
“Alguno me dirá que mi hospital de referencia no es la Princesa. ¿Qué pasa? ¿Que los hospitales que están dentro de la M-30 son solo para los VIP? ¿Los hemos pagado todos con dinero público pero solo los pueden disfrutar los VIP? Es que ya lo llamo zona VIP”, protesta Esher.
Esther no tiene problemas para acceder con su propio coche al interior de la M-30. Los problemas vienen cuando es su hermana quien la lleva al hospital, algo que ocurre a menudo cuando ella no puede conducir. “Mi hermana tiene un coche sin distintivo ambiental y ella muchas veces me ha traído al hospital. A tratamientos, a recogerme, a urgencias”.
“No solo me pasa a mí. Hay mucha gente en mi situación que me ha escrito por Twitter. Por ejemplo, a toda la gente del corredor del Henares la derivan a hospitales de la capital cuando se trata de especialidades muy concretas”.
“Los hospitales que hay en la periferia son hospitales de apoyo y no abordan todas las especialidades. Cuando uno tiene por referencia el Hospital de La Paz, ya sabe que en cardiología tienen una serie de tratamientos avanzados que solo trabajan allí. Por eso es un referente. En el tema oncológico te puedo decir que hay gente que viene de Andalucía que viene a tratarse aquí, a la Princesa. La gente de Andalucía que no tiene distintivo, ¿cómo entra?”.
El mal que sufre Esther no es común ni se puede tratar en cualquier hospital. “Me detectaron un linfoma de Hodgkin, pero yo no soy quimiosensible, es decir, que a mí la quimioterapia no me hacía el efecto que me tenía que hacer. Soy refractaria”, explica. “Me han hecho un trasplante de médula hace poco”.
“Nadie había caído”
“El 25 de febrero de 2021 me hacen una radiografía con Covid y detectan que tengo un tejido de fibras en la zona del pulmón y deciden hacerme un TAC de urgencia y ven que tengo un tumor linfático”.
“Me programan una biopsia, me recogen muestras y las remiten a la Princesa. Es entonces cuando me dicen que sí, que tengo un linfoma y me derivan a la Princesa para el servicio de Hematología”.
A partir de ahí, se inicia un tratamiento duro para atacar a ese linfoma, con la dificultad añadida de que a nuestra protagonista la quimioterapia no le hace efecto. Por eso ha recibido inmunoterapia que, poco a poco, ha conseguido acabar con su enfermedad. Entremedias, ha habido situaciones muy difíciles que han requerido visitas de urgencia al hospital.
“En un momento que necesito ir a Urgencias, como ha pasado, no puedo estar pendiente de si tengo distintivo. Con una crisis de 40 de fiebre, temblando y con vómitos no piensas en esas cosas. ‘Alquila un coche eléctrico’, me decía uno ayer. ¿Pero estamos locos?”
Hace cerca de un mes, Esther lanzó un mensaje en la red social Twitter que se volvió muy viral, dando visibilidad a este problema. “Mucha gente contactó conmigo, entre ellos, algunos miembros de Ciudadanos. Les estalló la cabeza. No habían caído. Nadie había caído”. La formación política en la que ella milita, Vox, denunció esta situación ante el Tribunal superior de Justicia de la Comunidad de Madrid.
Ese tuit recibió, como era de esperar, respuestas de todo tipo, como que solicitase que una ambulancia la recogiera, la llevara y devolviera. “Las ambulancias no son taxis. Si usamos las ambulancias de la Comunidad de Madrid para dar estos servicios no habrá suficientes para atender urgencias”.
—Si tuviera al alcalde delante, ¿cuál sería su propuesta para esta situación?
—Mi propuesta sería que, tal cual le dan un diagnóstico a una persona en el que previsiblemente va a tener que acudir a su centro hospitalario de manera regular, proporcionarle un distintivo para que pueda acceder a la M-30.