Las previsiones y el historial hacían temer lo peor. El rapero dominicano Rochy RD ha vuelto a España cuatro meses después de que dos de sus conciertos terminaran en tragedia. El cantante, simpatizante de los Trinitarios, ha actuado la madrugada de este jueves en el local Oh My Club, en el distrito de Tetuán.
La Policía Nacional ha desplegado un dispositivo especial en previsión de posibles peleas entre bandas latinas, ya que Rochy es el cantante fetiche de los temidos Trinitarios, rivales de los DDP.
Pero en vez de pandilleros, machetes, gorras de béisbol, zapatillas Jordan y bandanas de colores, la fauna que ha ocupado esta noche el Oh My Club ha sido bien distinta.
Muchos tacones, labios pintados, camisas de Balenciaga, zapatos brillantes y vestidos ceñidos. En la puerta del club, dos de los porteros revisaban a los asistentes con detectores de metales. En este evento, contra todo pronóstico, las armas blancas han brillado por su ausencia.
Al caer la noche en Tetuán, la Policía Nacional ha desplegado varios furgones de Unidades de Prevención y Reacción (UPR) así como patrullas y agentes de paisano de Seguridad Ciudadana del distrito de Tetuán.
"No se espera mucho jaleo y por eso no se ha movilizado a la UIP [antidisturbios]", ha explicado a Madrid Total un mando policial pocas horas antes del concierto. Las previsiones se han cumplido. El jaleo finalmente no ha llegado, como ocurrió el pasado octubre en Fuenlabrada.
Unas horas antes del evento, el rapero ha transmitido en directo en la red social Instagram y se ha desvinculado de los Trinitarios. "Es un malentendido, no pertenezco a ninguna banda".
Sin embargo, en el cartel promocional se puede ver al rapero con las uñas pintadas de verde (color corporativo de los Trinitarios) y haciendo el gesto que identifica a esta banda criminal. Además, sus canciones están cargadas de simbología y mensajes violentos que no dan lugar a error.
La entrada a este evento estaba restringida a mayores de 21 años y reservado a un puñado de bolsillos pudientes. Solo se han puesto a la venta 400 entradas para invitados y clientes del local. La más barata costaba 200 euros para estar en pista. La más cara, 1.500 euros por un reservado.
Sin embargo, muchas de las asistentes -mujeres- no han pagado entrada y han entrado por "enchufe" o por "contactos", según contaban ellas mismas en la puerta. En otras palabras: han servido de imagen y reclamo para el club.
Lo que haga falta para que esté a gusto el cantante que pasó tres meses en prisión, acusado por abusar sexualmente de una menor de edad. También estuvo investigado por una supuesta participación en una red de prostitución infantil.
Las hemerotecas no dejan en buen lugar a Rochy RD y a su público. El pasado 30 de septiembre actuó en la discoteca TAO de Tenerife. El tipo subió al escenario cuatro horas después de lo previsto para solo cantar dos canciones. Su concierto se terminó convirtiendo en una auténtica batalla campal dentro de la sala. Volaron mesas, sillas, botellas… Y uno de los asistentes acabó con el cráneo abierto.
Solo cuatro días después, la violencia escaló en Fuenlabrada. La velada del rapero en la localidad madrileña se cobró la vida de Sailen Huraldo Mesa, un dominicano de 21 años ligado a los Trinitarios. Los hechos ocurrieron cerca del local Caña Brava, donde se celebró el concierto.
Ya de madrugada, dos sujetos dispararon en plena calle desde una furgoneta blanca a un grupo de cuatro varones: tres dominicanos y un magrebí. Uno de los dominicanos, Sailen, no sobrevivió a las balas.
El fallecido no tenía antecedentes policiales y residía entre la República Dominicana y Madrid. Llevaba dos años yendo y viniendo desde la isla caribeña como turista. Era jugador de béisbol e hijo de un diputado y alcalde dominicano.
Sus habilidades de lanzador zurdo eran tan notables que había equipos estadounidenses de primer nivel que se habían fijado en él, según contó su padre a los medios dominicanos. Cuatro meses después, sus asesinos no han aparecido.
"Yo estaba en mi habitación en el hotel a esas horas. No pasó ni dentro de la discoteca. No pertenezco a ninguna banda", ha insistido Rochy en su directo de Instagram. En cualquier caso, el grueso de sus oyentes en España es miembro o simpatizante de los Trinitarios. Si un DDP aparece en un concierto suyo, no es precisamente para bailar al son de la música.