El caso del helicóptero estrellado de la DGT no deja de arrojar datos sorprendentes. Además de Luis V. -el piloto, que dio positivo en cocaína y metanfetamina- y el operador de cámara, en el aparato viajaba una tercera persona que no estaba autorizada ni figuraba en el plan de vuelo.
Se trata de la mujer del operador de cámara, que igual que Luis, huyó del lugar de los hechos para que no se descubriera el pastel, según ha informado El Debate. Tanto el piloto como el operador de cámara ocultaron esta información a los investigadores.
Pero todo se descubrió cuando los investigadores pidieron el plan de vuelo a la torre de control del aeródromo de Cuatro Vientos, desde donde despegan helicópteros de la DGT y de Vigilancia Aduanera.
El plan solo autorizaba a dos personas a subir al malogrado helicóptero, pero los controladores aseguraron que le dieron salida con tres ocupantes. El operador, finalmente, reconoció ante los investigadores que su mujer también viajaba a bordo, con el beneplácito del piloto, según el citado diario.
Un exbombero de 60 años
Tal como adelantó Madrid Total, el piloto es un exbombero de la Comunidad de Madrid que tenía un expediente "inmaculado". Sin embargo, en los últimos años se había vuelto errático y temerario.
El accidente tuvo lugar en torno a las 13 horas del pasado domingo en un paraje cercano a la localidad madrileña de Robledo de Chavela. Los servicios de emergencia llegaron poco después al lugar del suceso y constataron que el piloto estaba ileso. Su acompañante, el operador de cámara, resultó herido grave.
Tras el examen médico, Luis huyó del lugar de los hechos antes de la llegada de la Guardia Civil. El hombre buscó refugio en casa de un familiar en la localidad de Villanueva de la Cañada, cercana al lugar de los hechos. Allí, fue detenido por la Benemérita y sometido a un test de drogas que dio positivo en cocaína y metanfetaminas, aunque negativo en alcohol.
A este peculiar culebrón se le ha unido un tercer personaje: la mujer del operador de cámara. igual que el piloto, abandonó el lugar del siniestro por su propio pie para ocultar su presencia en el aparato.
Los investigadores sospechan que el accidente se pudo deber a un intento de Luis de demostrar su pericia a los mandos del aparato, mientras seguía el rastro de un grupo de motoristas en el Puerto de la Cruz Verde.
Ya sea por una imprudencia de Luis -que tiene 60 años-, por un fenómeno atmosférico o por la combinación de ambas cosas, el piloto se vio obligado a hacer un aterrizaje de emergencia. La maniobra terminó con el helicóptero volcado y con la culminación de un suceso de lo más peculiar.
Los investigadores ya ser refieren al aparato como "el helicóptero de los hermanos Marx", en referencia a la escena del camarote de Una noche en la ópera. De aquí no para de salir gente.