Recuerdo que estaba en la cama reposando una buena comilona cuando me llegó el mensaje de WhatsApp. Fue a finales de junio del año pasado, apenas un mes antes de que la Guardia Civil empezara a investigar esta trama. El número de teléfono era raro. Muy raro. En seguida Google me sacó de dudas: el prefijo +59 corresponde a Bolivia, donde jamás he estado y solo conozco a una antigua compañera del máster. Se veía a la legua que era un timador a la caza de ingenuos, pero me aburría, así que entré al trapo. Yo qué sé, por las risas.
Este miércoles, finalmente, hemos sabido que nueve personas en España cayeron en este timo. La Benemérita lo ha bautizado como la estafa de la “maleta boliviana”. La operación Airsac, coordinada por el Equipo de Delitos Tecnológicos de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid, ha culminado con 16 detenidos.
En total, consiguieron defraudar 175.000 euros con este método, pero los investigadores no descartan que haya más víctimas que mordieran el anzuelo pero no llegaron a denunciar.
La investigación se inició el pasado mes de agosto cuando se recibió una denuncia de una mujer a la que la organización llegó a estafar con este método más de 40.000 euros a través de diferentes transferencias y envíos de dinero mediante Bizum, para supuestamente recuperar el equipaje de una amiga que estaba retenido en Francia.
El avance de la investigación permitió conocer que se estaban produciendo hechos similares en otros municipios de la Comunidad de Madrid. Los investigadores empezaron a sospechar que detrás de ello pudiera estar una organización criminal perfectamente jerarquizada y especializada en este tipo de estafas a particulares, conocido como el método de la “maleta boliviana”.
El procedimiento era sencillo. El timador escribía por WhatsApp a víctimas al azar, haciendo pesca de arrastre, pensando que si tiras la caña a 1.000 o 2.000 españoles, alguno caerá en la trampa. Pura estadística. Así pues, la absurda conversación que tuvo este reportero con el timador fue la siguiente, con sus faltas de ortografía y todo.
Timador: Hola como estás
Periodista: Hola quién es?
T: Adivina quién te escribe del extranjero familiar o amistad
P: Desde Bolivia… Amistad?
T: Sii. Soy yo como adivinaste. Crei que no me recordarias
P: Espera no me digas más. Pedro??
T: Soy yo. Como adivinaste crei que no me recordarias
P: Hombre cómo estás campeón!!
T: Como va todo. yo ahora mismo fatal pasando por un mal momento en el aeropuerto
P: En qué aeropuerto?
T: Ayer por la mañana tenía un vuelo programado para españa pero he perdido el vuelo porque no contaba con la prueba del pcr actualizada y un sello en el pasaporte por lo tanto he perdido el vuelo.
A partir de aquí empecé a vacilar al timador de una forma nada sutil (y ligeramente soez). Pretendía hacerme creer que su equipaje se había ido en el vuelo que había perdido. Me pedía una foto de mi DNI para poder gestionar el envío de su equipaje hasta mi dirección. Pronto llegaría, seguramente, la petición de dinero.
Finalmente, debió entender que esa conversación no iba a ninguna parte, cuando le dije que había perdido el DNI en la piscina de Johnny Melavo. Y ahí acabó el intento de timo.
Son criminales profesionales
Otras personas, en cambio, cayeron en el engaño. Según relata la Guardia Civil, los timadores solicitaban envíos de dinero para desbloquear los equipajes por transferencias o Bizum.
Una vez que el dinero estaba en poder de la organización, se realizaban reintegros en efectivo en cajeros automáticos o bien hacían transferencias bancarias a otros componentes para dificultar el rastreo en el seguimiento del dinero, que finalmente terminaba en poder de los cabecillas.
Para conocer la información de personas que se encontraban de viaje, la organización utilizaba el rastreo de redes sociales y utilizaban virus que les permitían monitorizar conversaciones.
La organización operaba en varias provincias coordinadas desde Madrid, Vizcaya, Barcelona, Granada y Albacete. Tenían una estructura completamente organizada en cuanto a las funciones a realizar.
Una parte se encargaba de contactar con las potenciales víctimas. Otra se dedicaba a suministrar medios financieros y su posterior traspaso y conversión. Y una tercera era la encargada de gestionar los beneficios obtenidos y su reparto.
8 hombres y 8 mujeres
Por todo ello, la Guardia Civil ha detenido a las 16 personas que componían la organización: ocho hombres y ocho mujeres con edades comprendidas entre los 20 y los 45 años. Son de nacionalidad boliviana, ecuatoriana, dominicana y española.
Están acusados de los delitos de organización criminal, estafa continuada y blanqueo de capitales. Los detenidos fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial competente, quien decretó ingreso en prisión para los cabecillas y retirada de pasaporte para el resto.
Proteger datos personales y no picar
La Guardia Civil da una serie de consejos para evitar caer en este tipo de fraudes:
• Desconfiar de cualquier petición de dinero que se realice desde números desconocidos.
• No es habitual que personas cercanas se comuniquen con números desconocidos.
• Los trámites aduaneros y aeroportuarios no exigen un pago de dinero al instante para solventar los problemas. Son procedimientos reglados y conllevan un expediente normalizado.
• Se desaconseja seguir una conversación que se inicie de manera difusa (ejemplo habitual: ¿A que no sabes quién se acuerda de ti desde muy lejos?).
• En las redes sociales, limita el acceso de la información que compartas a personas conocidas (mis amigos). El riesgo es mayor cuanto más amplio sea el círculo de contactos (amigos de mis amigos y todos los usuarios).