Después de Majadahonda y del sonado vídeo de Javier Ortega Smith, un nuevo incidente con okupas ha resonado en la capital. En este caso, se trata de un edificio okupado en la calle Salvia, en el distrito de Tetuán. Una empresa de desokupación lleva varios días desalojando el edificio sin incidentes, hasta que empezaron los problemas este miércoles.
El edificio lleva 15 años okupado, según ha relatado Rogelio Gómez, responsable de la empresa de desokupación, a Telemadrid. No tiene agua y la luz está pinchada ilegalmente. Ha funcionado como narcoedificio. Asimismo, algunos usurpadores alquilaban habitaciones a bajo coste.
La empresa de desokupación OPS2 ha tardado dos días en echar a la mayoría de los inquilinos clandestinos. Sin embargo, cuatro personas se resisten a dejar el edificio. Se trata de una pareja y dos hombres.
Este miércoles, “una persona decidió atrincherarse con un cuchillo y un bate de béisbol”, ha relatado Gómez al citado canal de televisión. El okupa se empezó a autolesionar hasta que se lanzó hacia Gómez y al cerrajero que le acompañaba.
Los agresores son la pareja que se niega a dejar el edificio y la agresión tuvo lugar delante de sus propios hijos, según el relato de Gómez. La pareja se encuentra detenida y los hijos han pasado a la tutela de la Comunidad de Madrid.
Dos muertos
Así pues, los okupas se van marchando poco a poco. De las 15 personas que vivían en este edificio ya solo quedan dos hombres en la tercera planta. La empresa de desokupación ha asegura que, en el tiempo que lleva okupado, dos personas han muerto en el interior de este edificio.
La presencia de toxicómanos era habitual en este punto de Tetuán, ya que aquí se despachaban estupefacientes. La empresa sospecha que esas muertes están relacionadas con el consumo de drogas.
Las imágenes mostradas por Telemadrid dan fe del estado de destrozo y abandono del edificio, que lleva más de una década en poder de okupas. A simple vista, se trata de un edificio de obra nueva que no llegó a ser terminado antes de que lo ocuparan, algo relativamente habitual en las usurpaciones de la capital.
Este episodio se enmarca en una escalada de tensión por esta cuestión social que cada vez preocupa a más madrileños. El miércoles pasado, en Majadahonda, un intento de desokupación se convirtió en una auténtica batalla campal.
Los empleados de Desokupa -la polémica empresa de Daniel Esteve, vinculada a la ultraderecha- intentaron vaciar algunas de las viviendas, pero se encontraron con la oposición violenta de los okupas que insisten en que se seguirán defendiendo por la fuerza hasta que llegue una orden judicial que les obligue a irse.
Según informó Efe, unas 15 personas de Desokupa intentaron desalojar a las ocho de la mañana en el inmueble situado en la calle Ciriaco García que lleva ocupado desde septiembre pasado y que este periódico visitó el pasado febrero, cuando una oleada de robos sacudía el municipio madrileño.
Dos de los okupas relataron que tiraron objetos "en defensa propia, igual que ellos venían con extensibles de tres metros, con perros, cuchillos y navajas".
El miércoles, una patrulla de la Guardia Civil y agentes de la Policía Local permanecían en el edificio para evitar más altercados. Los okupas afirman que si vuelven las personas de la empresa Desokupa "como han venido, con perros y violencia, vamos a responder de malas maneras. La agencia no es de aquí, es de Barcelona, si vienen nos vamos a defender hasta que venga la Policía".