El restaurante incendiado el viernes por la noche en Madrid, Burro Canaglia, sólo tenía una puerta de acceso a la calle: la entrada que da a la madrileña Plaza Manuel Becerra, según ha confirmado el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, a los medios de comunicación. No contaba, por tanto, con salida de emergencias, aunque cumplía la normativa. El fuego, que se propagó rápidamente, provocó la muerte de un trabajador y una clienta y dejó seis heridos graves, uno de ellos en estado crítico.
El primer edil, que se encontraba en Barcelona, ha interrumpido su agenda para visitar el lugar de los hechos y dar parte a los medios de comunicación. Sobre el origen de las llamas, Martínez-Almeida ha confirmado que todo apunta a que se produjeron debido a una pizza flambeada.
Las llamas, han confirmado desde Emergencias Madrid capital, se propagaron por el techo y las paredes del establecimiento, cubiertas de plantas artificiales. Sobre este aspecto, el regidor ha detallado que tanto la Policía Nacional, que investiga los hechos, como los servicios municipales están estudiando la licencia del local.
El incendio se declaró sobre las 23 horas de la noche. En ese momento, en el interior del restaurante había en torno a 30 personas, entre empleados y comensales. Se dio la circusntancia de que a 300 metros se encontraba un parque de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid.
Este hecho fue crucial para que no se produjeran más víctimas. Si los equipos de rescate no hubieran llegado en los primeros 10 minutos, es probable que hubieran fallecido todas las personas que se encontraban en el interior del local, según ha confirmado un portavoz del Samur.
Martínez-Almeida ha confirmado que el fuego no era complicado de apagar, aunque la intensidad de las llamas era "extremadamente alta", generando "numerosísimos humos". También ha resaltado las complicaciones para salir del local. De hecho, los dos fallecidos estaban situados en la mesa más cercana a la entrada.
Las víctimas del incendio sólo podían huir por la puerta de entrada. Según Almeida, desde el punto de vista de la normativa, "no era necesario" que el local contase con salida de emergencia por la dimensión del restaurante y su aforo autorizado.
Al llegar al lugar, los bomberos extinguieron el fuego en cinco minutos y comenzaron a sacar a personas del interior. Algunas estaban en la entrada, otras esparcidas por el establecimiento o en la zona de la cocina.
Según confirmó el jefe de guardia de Bomberos Madrid, Carlos Marín, el humo desprendido por la decoración incendiada de plástico contribuyó al empeoramiento de los afectados. El incendio de este tipo de elementos genera humo tóxico cargado de dos tipos de gases: derivados de cianuro y monóxido de carbono.
[Qué grandes incendios ha vivido Madrid: del Alcázar al infierno del Windsor y el restaurante Burro]
En total, continúan hospitalizados en diferentes hospitales de Madrid ocho de los doce heridos en el restaurante. Una mujer de entre 20 y 30 años está ingresada en el Hospital de Getafe tras la inhalación del humo y con quemaduras. Otro hombre de 29 años se encuentra hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Gregorio Marañón.
Intubados en el Clínico San Carlos están otros dos hombres, de 51 y 26 años, mientras que dos mujeres permanecen en la Unidad de Quemados de La Paz. A su vez, se encuentran ingresadas en la UCI de la Hospital de La Princesa una mujer de 25 y otra de 52.