Tres de los ocho niños de la casa de los horrores de Colmenar Viejo han relatado ante el juez el calvario que sufrían a manos de su padre. El hombre, médico del hospital Gregorio Marañón, les agredía constantemente por cualquier razón. En una ocasión pegó a uno de sus hijos con un martillo en la cabeza por ver la televisión.
"Se enfadó y me empezó a dar con un martillo en la cabeza, o a veces en la mano", ha declarado el menor ante el juez, según informa Vozpopuli. En una ocasión, los hijos fueron duramente agredidos por ver la serie Pokemon: "Nos desnudaba a mi hermana y a mí, nos empezó a dar con el rodillo de cocinar y dijo que no iba a parar hasta que no le dijéramos quién había sido".
Los jóvenes recibían golpes por todo el cuerpo y acudían al colegio con marcas visibles. Su padre, al ser médico, firmaba él mismo los partes de lesiones. sus tres hijos mayores eran el foco de sus agresiones. La confesión de una de las niñas a su profesora fue determinante para el inicio de este proceso penal.
Exculpan a su madre
Los menores también han relatado que en alguna ocasión llegaron a perder el conocimiento. "Mi padre cuando le digo que yo no he hecho alguna cosa, me ahoga, me sube, me levanta y cuando me ahoga con todas sus fuerzas pues yo... Es como si la mente se me fuera en blanco, no veo nada y todo está en blanco y luego cuando me despierto... Mi padre me dice que como lo vuelva a hacer, que se enfada mucho y que como lo vuelva a hacer que me mata".
Los menores, en cambio, exculpan a su madre. "Mamá se ponía nerviosa, intentaba tranquilizar a mi padre o pararle y mi padre la retiraba y le decía que le dejara en paz que ella tenía la culpa de todo. Mi madre no podía hacer nada".
Los ocho menores de entre 14 y 4 años, vivían en una misma habitación con dos literas y una cama.
Las dos hijas mayores del matrimonio llegaron a decirle a su madre que no podían seguir así. "Pero mi madre nos dice de aguantar, aguantar hasta los 18 que os vayáis de casa", han recordado ante el juez.