La Policía Municipal de Madrid denunció en noviembre de 2021 al restaurante incendiado en Manuel Becerra por hacer obras sin licencia. Ocurrió durante las reformas del local para convertirlo en la pizzería Burro Canaglia. Este local ardió el pasado viernes. El suceso se cobró dos vidas y 10 heridos.
Una pareja de policías municipales del distrito de Salamanca entró en el local el 26 de noviembre de 2021, mientras estaban en marcha las obras. Los agentes pidieron a los trabajadores la licencia de obras del local, pero los obreros no pudieron dársela, porque no la tenían. Los trabajadores alegaron que no necesitaban licencia ya que se trataba de reacondicionamiento del local.
En total, la Policía Municipal realizó hasta tres inspecciones rutinarias desde que el local pasó a manos de los propietarios de Burro Canaglia, según han confirmado fuentes municipales a este periódico.
Ante la denuncia de la Policía Municipal, los propietarios alegaron ante el servicio de Disciplina Urbanística del Ayuntamiento, esgrimiendo los mismos argumentos que los trabajadores. Alegaban que las obras realizadas en el local no eran de suficiente envergadura como para necesitar licencia de obras y se ajustaban a la normativa.
En enero de 2022, coincidiendo con la apertura del restaurante, el Servicio de Inspección del Ayuntamiento, tras estimar el escrito de alegaciones, archivó el expediente levantado por la Policía Municipal.
Por su parte, la empresa Garrigues Retail, que se encargó del "proyecto básico y de ejecución" y la implementación del "diseño" del malogrado local, ha asegurado que sus trabajos se limitaron "exclusivamente" a la elaboración de "un proyecto de arquitectura e ingeniería, que no incluía la decoración".
"La selección, suministro e instalación de los elementos decorativos instalados en el local ha sido posterior y completamente ajena al proyecto realizado por Garrigues Retail y, por tanto, a su control", ha expresado la compañía en un comunicado.
El fuego se originó poco después de las 23 horas en el restaurante, ubicado en el número 16 de la citada plaza del distrito de Salamanca. Las llamas se iniciaron cerca de la entrada del local, lo que dificultó la evacuación de las víctimas.
La decoración ha estado en el foco principal del suceso por la rapidez con la que se propagaron las llamas. Las plantas artificiales instaladas en el techo hicieron que el fuego se propagara a gran velocidad, según las primeras investigaciones.
El cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid está actualmente trabajando en el informe que pasará al juzgado que investiga el caso. Las causas del incendio se están investigando, pero las primeras pesquisas señalan a una pizza flameada presente en la carta del restaurante.
Las dos víctimas mortales del suceso son un camarero de 35 años natural de Benidorm (Alicante), que había comenzado a trabajar recientemente como camarero en el local, y una enfermera nacida en Getxo (Vizcaya) que trabajaba en el IMQ Zorrotzaurre en Bilbao y que se encontraba pasando unos días en Madrid.