Ya son tres, y se espera que vayan en aumento, las denuncias de las comuniones afectadas el pasado sábado que se quedaron sin catering en el convite a pesar de que ya lo habían pagado y estuvieron en el salón de celebraciones Club Social Santo Domingo de Algete esperando durante horas. En paralelo, el club continúa este fin de semana sirviendo banquetes.

Varias familias han denunciado que el club de la localidad madrileña les dejó sin la comida contratada para celebrar ocho comuniones a pesar de que el servicio estaba pagado previamente.

Una semana después, la Guardia Civil confirma a Madrid Total que son tres las denuncias interpuestas y los agentes continúan con la investigación abierta por un supuesto caso de estafa. Las acusaciones formales están llegando poco a poco al cuerpo, pues se han interpuesto en diferentes comisarías de Madrid, según informan. De hecho, se espera que lleguen más en los próximos días, ya que fueron ocho los eventos afectados.

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De acuerdo con Telemadrid, la empresa todavía no ha devuelto el dinero a las ocho familias afectadas y continúa ofreciendo banquetes en el local denunciado, aunque algunos eventos los han suspendido los propios clientes, como los alumnos de un instituto que iban a celebrar allí su graduación.

Club Social Santo Domingo es un lugar habitual para bodas, comuniones y graduaciones de la zona, y fue allí donde ocho comuniones contrataron el servicio de catering hace 7 días. Nada más llegar al club, los invitados repararon en que algo no iba bien porque a las familias no las dejaron pasar al salón, por lo que se formaron aglomeraciones en el exterior del local. Estuvieron más de 500 personas en el jardín esperando sin poder tomarse ni una bebida. A las tres y media de la tarde, ya hartos del trato, los padres presionaron para que les abrieran las puertas. 

Al entrar, la sorpresa fue aún más desagradable: no había casi mesas montadas, ni los suelos limpios, ni los platos preparados, ni nada que pudiera hacer pensar que ahí se iban a celebrar ocho comuniones. Además, los padres entraron a las cocinas y vieron que no había comida ni bebida suficiente para todos los que estaban presentes.

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El miedo empezó a apoderarse de los padres de los ocho niños comulgantes que habían pagado, según varios medios de comunicación, entre 2.000 y 5.000 euros por comunión, en función del menú y del número de invitados.

Finalmente, han acabado denunciando al local por estafa, después de pasar un sofoco increíble y tener que llamar a la Guardia Civil y a la Policía Nacional que se personó en el lugar el sábado pasado.

En el local no estaba ni siquiera la responsable y desde el servicio alegaron que no era una estafa, sino una mala organización.

Por el momento se desconoce si las familias van a recuperar el dinero. Hasta el momento la empresa no ha confirmado sus intenciones. Desde la OCU han recomendado a las familias interponer una denuncia conjunta por la vía penal y la reclamación de "daños morales" por el perjuicio causado.