La mezquita de Griñón será derribada para poder ampliar en 145 tumbas la capacidad de su cementerio, el único municipal en la Comunidad de Madrid, según informa El País. Se trata de una decisión que ha pillado por sorpresa a la comunidad musulmana. El Ayuntamiento del municipio, responsable de este espacio de culto, asegura que el plan es construir una nueva mezquita, aunque más pequeña.
El edificio funerario musulmán fue un proyecto financiado por el Consulado de Marruecos en España. El Ayuntamiento del municipio es, desde 2017, el responsable tanto del cementerio como de la mezquita. Al parecer, el mantenimiento de la mezquita ya era precario en 2019.
Fue el pasado mes de febrero cuando el cementerio de Griñón dejó de acoger nuevos enterramientos al llegar a su capacidad máxima. Unos meses atrás, el Ayuntamiento del municipio ya había avisado de que sólo tenían sitio para neonatos y niños. En ningún municipio de la Comunidad de Madrid existe un cementerio municipal. El de Griñón tenía capacidad para 697 sepulturas.
En la Comunidad de Madrid viven actualmente más de 309.400 musulmanes. Cada año, según la Plataforma por un Entierro Digno, mueren 1.500, aunque no todos quieren ser enterrados en España. El asunto sobre la capacidad en la región para las sepulturas de los musulmanes lleva abordándose varios años.
En 2016, el Ayuntamiento de Madrid, aún con Manuela Carmena al frente, propuso habilitar 10.000 metros cuadrados en el cementerio municipal de Carabanchel, aunque la concesión aún no ha llegado. El año pasado, la petición se aprobó con las abstenciones del PP y de Ciudadanos y pese al rechazo de Vox, pero no se ha llevado a cabo ninguna obra.
Maysoun Douas, concejala de Más Madrid en el Consistorio de la capital, ya reivindicó en julio de 2022 que los musulmanes tienen "derecho" a la "cesión de espacios de enterramiento islámico en cementerios municipales". Para la edil, existe un "problema evidente" porque "no hay espacio". Por eso, sostiene, la única solución posible es "ofrecer el terreno que tenemos".
El pasado 15 de mayo, Douas compartió un comunicado a través de su cuenta de Twitter sobre la situación de la mezquita de Griñón en el que lamentaba que el derribo sólo permitiría ampliar la capacidad del cementerio en 135 huecos para musulmanes civiles y en otros 10 para musulmanes militares.
"Toda esta situación sería evitable si se adecuase la parcela aprobada por el cementerio de Carabanchel, en espera desde hace casi un año, que facilitaría miles de enterramientos sin necesidad de derrumbar un lugar de culto musulmán ni obras de ampliación en un cementerio saturado", denunció.
"Esta iniciativa es una tirita a una herida sangrante, que además pasa por derribar un lugar de culto simplemente por la negativa y la inacción de unos pocos a conceder a una comunidad su derecho a un entierro digno", concluye el comunicado, firmado por la Plataforma por un Entierro Digno y por familiares afectados del cementerio de Griñón.