La Policía Municipal ha desmantelado un bar en Usera que tenía una entrada secreta hacia una sala donde se practicaban orgías y se consumían drogas. Los agentes fueron a hacer una inspección rutinaria al café-bar Copacabana tras el aviso de unos vecinos quejándose del ruido.
Dos patrullas se desplazaron la mañana del pasado domingo hasta la calle de Ramón Luján, 33. Enseguida se percataron de que había un gran número de personas dentro y fuera del local, por lo que sospecharon que estuviera rebasando el aforo del mismo.
Tras un conteo, los agentes pudieron confirmar que había 60 personas en el local, más del doble del aforo permitido, según informa el diario ABC. Por ello se procedió a levantar un acta de denuncia.
Los agentes obligaron al dueño, de origen boliviano, a desalojar a la mitad de los asistentes, por cuestiones de seguridad. Este accedió sin rechistar. Sin embargo, uno de los clientes desalojados procedió a chivarse de lo que sucedía en la parte oculta del local. Aseguró que había un cuarto apartado de la vista, al que se accedía a través de una estantería de madera, donde se practicaba sexo a cambio de dinero.
Una vez desalojado el local, los agentes le indicaron al dueño que les enseñara el escondrijo, y así lo hizo. El hombre se acercó a una estantería con libros situada al final de la barra y la movió como una puerta corredera.
En el interior del habitáculo estaba la cocina del local, que previamente había sido clausurada por la Policía Municipal por sus pésimas condiciones higiénico-sanitarias. Ahí había cuatro mujeres y cinco hombres escondidos, de nuevo, según el citado periódico.
Los agentes preguntaron qué hacían allí, y estas personas empezaron a dar versiones contradictorias. Finalmente, reconocieron que en ese lugar solo entraban personas de confianza del dueño.
Al cachearles descubrieron que tenían gran cantidad de dinero en efectivo en billetes pequeños y uno de ellos llevaba un frasco de ‘popper’. El sitio, además, estaba lleno de platos con comida en mal estado. Por todo ello, los agentes procedieron a precintar el local.