Ocurrió en la madrugada del 27 de junio de 2007. Los jóvenes José Raúl P. G. y Casimiro B. Q., ambos de 28 años, se estrellaron en moto contra el coche que conducía María del Carmen, de 58. Chocaron de frente. El impacto fue brutal. Los tres murieron en el acto. La tragedia se produjo en la M-608, en el kilómetro 38,600. Casi 16 años después, exactamente en el mismo tramo de esta "peligrosa" carretera, las vidas de Polina y las menores Erika, Lila y Leonor se apagaron en otro choque fatal.
El siniestro del pasado domingo ha conmocionado a Moralzarzal. Las cuatro jóvenes fallecidas eran vecinas de este municipio. La M-608 es una carretera de dos sentidos, popular entre ciclistas y que conecta a varios municipios de la sierra madrileña. Moralzarzal y Collado Villalba son localidades vecinas. En coche por esta carretera, se tardan menos de 10 minutos en llegar de una a otra.
Ese es el trayecto que hizo Polina, una mujer de 25 años y origen búlgaro, para recoger de madrugada a su hermana Leonor y a sus dos amigas. Las tres adolescentes habían pasado la noche en las fiestas de Collado Villalba.
Una vez de vuelta a Moralzarzal, sobre las 5:50 horas, la conductora perdió el control del coche, invadió el carril contrario y colisionó con el vehículo que venía en sentido opuesto.
Cuando los sanitarios llegaron al lugar, sólo pudieron confirmar la muerte de las cuatro chicas. La mujer que conducía el otro coche, una agente de la Guardia Civil que se dirigía a Villalba para comenzar su servicio, sobrevivió al accidente. Las primeras pesquisas apuntan a una distracción de Polina aún por concretar como la causa más probable del siniestro.
Una lápida y dos cruces
Entre el carrusel de noticias sobre la tragedia del domingo, pasó desapercibida una fotografía que la agencia Efe realizó sobre el terreno y que ilustra este artículo. En el plano aparece la M-608 de fondo y una lápida y una cruz sobre uno de los márgenes de la carretera. La placa recuerda en una inscripción el nombre de Casimiro B. Q., fallecido en un grave accidente en el mismo tramo del mismo kilómetro -el 38,600- donde se extinguieron las vidas de las jóvenes de Moralzarzal.
No es la única coincidencia entre las dos tragedias. Casimiro y José Raúl también murieron en junio, aunque un día 27, y de madrugada. En el caso de estos dos chicos, conducían en dirección Villalba a bordo de una Yamaha 600 cuando, según contó El Mundo, la moto invadió el carril por donde circulaba María del Carmen, que viajaba sola en un Seat Ibiza de color plateado.
Como consecuencia del impacto, la moto salió despedida hacia un lado de la carretera, junto a una zona de arbustos. Los jóvenes acabaron al otro lado de la vía, a muchos metros de la Yamaha siniestrada. María del Carmen quedó atrapada en el coche y falleció momentos después. Entonces, se apuntó a que los dos jóvenes perdieron el control de la moto cuando circulaban muy rápido.
La lápida en memoria del joven Casimiro se colocó hace menos de dos años, según se puede comprobar en el historial de Google Street View. Antes, sólo había una cruz decorada con flores. El homenaje se encuentra entre la vegetación, a menos de dos metros del asfalto del carril de la M-608 en sentido Villalba. Justo en el margen del carril contrario, casi a la misma altura, hay instalada otra pequeña cruz.
"Muy peligrosa"
En la crónica de El Mundo, agentes y vecinos de la zona denunciaron que la M-608 era una carretera muy peligrosa, con una iluminación inexistente, muchas curvas, dos sentidos y ningún arcén. Más de tres años después, en noviembre de 2010, la Comunidad de Madrid anunció una importante actuación en once puntos negros de las carreteras regionales. Entre las vías señaladas, se encontraba la M-608.
Para identificar aquellos puntos negros, se tuvo en cuenta la accidentalidad de los cinco años anteriores y el volumen de tráfico que circuló por cada tramo. Si uno regresa a Street View para observar los cambios que experimentó el tramo en el que se colocó el homenaje a Casimiro observará que, precisamente entre 2008 y 2011, se instaló una valla quitamiedos en sentido Moralzarzal.
El pasado domingo, el alcalde en funciones de Moralzarzal, Juan Carlos Rodríguez Osuna, también subrayó que la M-608 es "muy peligrosa" -no solo la curva que hay a la altura del kilómetro 38-, sino también por ser una carretera con "muchísima densidad de tráfico". Cada día, circulan por ella unos 20.000 vehículos al ser un enlace de camiones entre las autopistas A-6 y A-1.
A lo largo de varios kilómetros, la carretera conecta en dos sentidos los municipios de Collado Villalba, Moralzarzal, Manzanares El Real, Soto del Real, Guadalix de la Sierra y Venturada. Los sábados y los domingos es habitual ver vehículos reduciendo la velocidad para poder adelantar a los ciclistas invadiendo parte del carril contrario.
En los últimos años, varios viajeros han perdido la vida en esta carretera o han resultado heridos. Las cuatro vecinas de Moralzarzal y los siniestrados en junio de 2007 no fueron los únicos. Sin ir más lejos, en junio del año pasado, un joven de 34 años falleció por la noche cuando el vehículo que conducía se salió de la vía y quedó atrapado en el guardarraíl de la M-608, en el kilómetro 37. Otros fallecieron a la altura de diferentes municipios serranos.