La Montaña de los Gatos de El Retiro ha reabierto casi veinte años después de su cierre, incluyendo sus cascadas. Los problemas de filtraciones de agua y humedades ya resueltos, provocaron su cierre en 2004.
El Ayuntamiento de Madrid lleva realizando trabajos de restauración durante ocho meses para reabrirla, lo que ha supuesto un desembolso de 2,1 millones de euros por parte del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad.
El proyecto ha reformado tanto las cascadas como el espacio abovedado del interior de la montaña. También se han mejorado las vistas que se tiene de todo El Retiro desde la plataforma superior de la montaña.
Además, durante las obras se ha descubierto un viaje de agua que conducía a una noria anterior al parque y los contrafuertes originales de la bóveda.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, acompañado por el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, y el delegado de Limpieza y Zonas Verdes, José Antonio Martínez Páramo, ha visitado la montaña artificial para comprobar el resultado final de las restauraciones. En su visita, el alcalde ha remarcado que esta obra "complementa un lugar como El Retiro, Patrimonio Mundial de la Humanidad, lugar de esparcimientos para los madrileños y un pulmón verde de la ciudad".
La montaña, ubicada junto al cruce de la calle O'Donnell y la avenida de Menéndez Pelayo, ahora acoge una exposición temporal que dará conocer la historia de la Montaña de los Gatos a los turistas que se pasen por ahí.
La exposición abre sus puertas desde las 11:00 a 13:00 horas, en las mañanas, y desde 18:00 a 20:00 horas, por las tardes.
Las principales actuaciones: humedades, cascadas e itinerario interior
Uno de los principales objetivos de estos trabajos de restauración era la eliminación de las humedades producidas por filtraciones de agua que había en el interior y la bóveda de la montaña. Estos problemas de humedad suponían un riesgo que llevó a su clausura en 2004.
Para ello, se ha reforzado el techo interno, teniendo en cuenta que se la sala se encuentra enterrada bajo la montaña. Siguiendo con el interior de la
estructura, también se han restaurado el firme de los trazados que recorrían las cavidades internas.
La obra cuenta además con una serie de senderos rodeados de jardines y estanques sobre los que se vierten tres cascadas artificiales que poseen un sistema hidráulico de recirculación.
Aquí, se han llevado a cabo varias reformas. En primer lugar, se han recuperado las cascadas y las láminas de agua que daban los problemas de humedades. En segundo, se ha llevado a cabo una adaptación de la vegetación que componía estos jardines y recubría la montaña.
Esto ha llevado a una actualización de los sistemas de iluminación y riego de la obra, que se ha adaptado a la nueva vegetación.
Hallazgos: una galería de agua y los contrafuertes de la bóveda
Durante la realización de estas obras se ha producido un hallazgo arqueológico relevante. Se ha encontrado un viaje de agua que en el pasado conducía a una noria anterior a la construcción del parque.
Estos restos arqueológicos van a poder ser visitados por los turistas, ya que se protegerán con una pantalla de cristal y formarán parte de la exposición.
Estas obras hidráulicas componían el sistema de distribución de agua de Madrid hasta mediados del siglo XIX. Los viajes de agua recorrían la ciudad de manera subterránea, y muchos desaparecieron con el paso de los siglos bajo nuevas edificaciones.
También han aparecido los contrafuertes originales que han sujetado la bóveda desde su construcción. Parte de estos también se incluirán en la exposición a partir de ahora y permanecerán descubiertos de la misma forma que el viaje de agua, a través de una pantalla de cristal.
Cerrado y vallado desde 2004
La última exposición que alojó la Montaña de los Gatos terminó en 2002. Debido a riesgos de seguridad en su estructura, no ha tenido un uso específico desde esa fecha hasta ahora. Además, en 2004 comenzaron a registrarse desprendimientos en su interior fruto de las humedades, lo que precipitó su cierre al público.
Este fue respaldado por un estudio realizado por la Dirección General de Gestión del Agua y Zonas Verdes, dependiente del Área de Medio Ambiente y Movilidad, concluyó que la instalación no era segura.
En 2018 y coincidiendo con el 150 aniversario de El Retiro, se llevó a cabo un concurso público para rehabilitar este monumento del parque. Debido a la falta de candidatos para el concurso, el plan de restauración quedó en un punto muerto.
Pero en mayo del año pasado, el Gobierno municipal autorizó en Junta de Gobierno un contrato para la ejecución de las obras que arrancaron el pasado mes de octubre y ahora han finalizado.
Un capricho de Fernando VII
La Montaña Artificial o de los Gatos fue uno de los caprichos que el rey Fernando VII promovió en el Reservado del Parque del Retiro. De hecho, la zona estaba reservada para uso exclusivo de la realeza, sin acceso público.
Las obras se iniciaron en 1817, con Bernardino Berogán como director. El nombre por el que los madrileños conocen a esta montaña surge de que, durante un tiempo, era el lugar en el que la gente se deshacía de sus gatos, convirtiéndose en el hogar de muchas colonias de felinos abandonados.