El pasado jueves 3 de agosto, los vecinos de la urbanización de El Guijo se encontraron varias bolsas de raticida en la colonia felina de su zona. Preocupados, alertaron a las autoridades pertinentes y al Ayuntamiento de Galapagar ante el posible intento de envenenamiento de los gatos que cuidan todos los días.
Por su parte, el Consistorio avisó en un comunicado del "grave problema de salud pública para la población infantil" que suponen estas bolsas de veneno esparcidas por las zonas verdes de la urbanización ya que estaban muy accesibles y los pequeños pueden tocarlas e incluso llevárselas a la boca.
La colonia felina, una de las 80 que existen en Galapagar, está cuidada por una asociación de voluntarios que ha pedido la colaboración de los vecinos para "vigilar la zona en caso de que se repitiese". De todas las colonias existentes, solo 19 cuentan con cuidadores asignados.
Un destacamento de la Policía Municipal recibió las bolsas de raticida y tramitó la denuncia, aunque la investigación del suceso se encuentra en manos de la Guardia Civil.
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Desde la Concejalía de Salud Pública se recuerda que envenenar a colonias felinas constituye la comisión de delitos tipificados en los artículos 336 y 337 del Código Penal, además de suponer un riesgo para la seguridad ciudadana y la salud pública.
Carmen González, concejal de Salud Pública, ha advertido de que "este veneno para provocar la muerte de gatos u otros animales puede ocasionar también lesiones por intoxicación o incluso la muerte a niños o personas adultas". Hasta el momento, no se han notificado la muerte de ningún felino.
Otros envenenamientos
Este suceso en Galapagar no es el único de las últimas semanas. El mes pasado, se denunciaron envenenamientos de perros en dos parques de Madrid, uno en Ciudad Lineal y el otro en El Cañaveral (Vicálvaro). Estos delitos supusieron la muerte de cuatro canes, además de queademás de que varios tuvieron que ser tratados por gastroenteritis y vómitos de sangre en clínicas veterinarias.
Ante esta situación, los vecinos colocaron carteles de aviso en los parques afectados para alertar a los dueños y que estuviesen atentos ante nuevas acciones.
El último incidente que se ha producido fue el del parque El Calero, ubicado en el madrileño barrio de Concepción, dentro del distrito de Ciudad Lineal. En este espacio verde se registraron al menos dos muertes de perros por alimentarse de pienso supuestamente infectado y esparcido por el parque.