Santiago, el hombre detenido por agredir sexualmente a su bebé, se movía en el entorno de la Plaza de España y el Templo de Debod de Madrid a la caza de chicas jóvenes con las que mantener relaciones sexuales. Tenía especial gusto por chicas con aspecto aniñado.
Esa búsqueda dio sus frutos. Cuando el joven tenía 20 años -actualmente tiene 25- entabló una relación de varios meses con una joven de 14 años que llegó a sufrir acoso por parte de Santiago, según informa Vozpópuli citando a fuentes de su entorno.
Hacía poco que Santiago había llegado a Madrid desde su Venezuela natal. El joven apenas tenía amigos y consiguió adherirse a un grupo de jóvenes que se movía por el entorno de la Plaza de España. Fue allí donde conoció a la joven.
La relación duró unos meses hasta que la joven decidió cortar por la manipulación a la que la sometía Santiago. Durante las semanas siguientes a la ruptura, el joven intentó retomar la relación con ella a fuerza de mensajes de acoso. La chica llegó a amenazar con denunciarle ante la Policía Nacional por los mensajes que le mandaba.
Ante la negativa de la joven, Santiago desistió y volvió a la caza, principalmente a través de redes sociales como Instagram y Discord. Allí buscaba, de nuevo, a chicas jóvenes de aspecto aniñado, menores de edad incluidas, según afirma su entorno al citado diario.
Maltrato psicológico
La actitud de Santiago no varió cuando se emparejó con la madre de su hija. El maltrato psicológico y las humillaciones eran constantes. Con todo, la pareja tuvo a su hija a mediados del año pasado, momento en el que comenzó el capítulo más oscuro de esta historia.
En diciembre de 2022, Santiago fue detenido después de que la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional descubriera que había vuelto a traficar con pornografía infantil. Ya había sido detenido por la misma razón en 2019 y estaba bajo el radar de la Policía.
Los investigadores le requisaron el móvil y material informático para investigar. El juez puso a Santiago en libertad. Asimismo, la Comunidad de Madrid le retiró a ambos padres la custodia de la pequeña.
Nueve meses después, los investigadores hallaron en su móvil las pruebas de su delito más grave: había dos vídeos ocultos en los que agredía sexualmente a su bebé de pocos meses.
Las fuentes policiales consultadas por este periódico afirmaron que "nunca" habían visto un caso de agresión sexual con una víctima de tan corta edad. Además, en el móvil, también encontraron conversaciones privadas en las que Santiago ofreció a su hija para que otros pedófilos tuvieran sexo con ella. A los investigadores no les consta que llegara a consumarse ninguna violación por parte de un tercero.
Todo indica que la madre de la menor, de 22 años, no conocía las agresiones cometidas por el hombre hacia su hija. Sin embargo, la mujer sí que había ayudado al hombre en su labor de difusión de contenido pedófilo, siempre de terceros. Con todas estas pruebas recopiladas, los agentes procedieron a detenerlos a ambos en Pinto, donde habían trasladado su residencia.
Además de los vídeos de la menor, los investigadores hallaron en el móvil y el ordenador del detenido cientos de vídeos de pornografía infantil que compartían en chats privados de Discord, X (antigua Twitter), Facebook e Instagram.
Santiago ya se encuentra en la prisión de Valdemoro con un protocolo antirrepresalias, algo habitual con los pederastas.