El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha elevado la pena de cuatro a seis años de cárcel a las tres jóvenes croatas que el pasado mes de febrero fueron condenadas por la Audiencia Provincial de Madrid como autoras del robo que sufrió el embajador de Ucrania, Serhii Pohoreltsev, en su residencia personal.
Las condenadas, Naomi S., Patricia J. y Kimberley J., tienen entre 24 y 27 años. Los hechos ocurrieron sobre las cuatro de la tarde del 29 de abril de 2022.
Ahora, la Sala de lo Civil y Penal del TSJM ha estimado parcialmente el recurso presentado por el embajador Pohoreltsev y ha revisado, como éste solicitaba, la atenuante de reparación del daño que aplicó a las acusadas la Audiencia Provincial.
Los magistrados del Tribunal Superior de Justicia madrileño consideran que los 30.000 euros (10.000 cada una de ellas) que las acusadas ingresaron antes del juicio en concepto de responsabilidad civil "se aleja en exceso del total que se reclama". Al eliminar esta atenuante, el TSJM, que considera "exigua e insuficiente" la cantidad consignada, eleva la pena hasta los seis años.
Según los hechos probados de aquella sentencia, que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid admite, las tres jóvenes penetraron en la vivienda mediante el método del resbalón, consistente en usar un objeto rígido para forzar la cerradura. Antes, habían comprobado llamando al telefonillo que no había nadie en la vivienda.
Durante la media hora que pasaron en la casa sustrajeron bolsos de marca, relojes y ropa de lujo, además de llevarse a pulso la caja fuerte, en la que se almacenaban 111.500 euros, 30.000 dólares y 4.600 grivnas. A la salida, fueron grabadas por las cámaras de seguridad de la residencia.
Tras el robo, huyeron en un vehículo de alquiler. El 9 de mayo de 2022 fueron detenidas, mientras portaban "útiles para forzar cerraduras". No todos los objetos robados en casa de Pohoreltsev fueron recuperados. Entre ellos, varios bolsos (de marcas como Dior, Hermès, Bulgari, Yves Saint Laurent o Louis Vuitton), un reloj de Chopard, unas zapatillas Gucci o un par de zapatos de Louboutin. Gran parte de estos objetos pertenecían a la recientemente fallecida esposa del embajador, según manifestó éste en su recurso.
La sentencia del TSJM no es firme y aún puede interponerse contra ella un recurso ante el Tribunal Supremo.