La autopsia ha confirmado que Alfredo 'el Gorila', el hombre acusado de matar la semana pasada al portero de Alcalá 366, se suicidó poco después del crimen en medio de unos matorrales cercanos al Tanatorio de la M-30.
Unos agentes municipales hallaron su cadáver el pasado viernes en las confluencias de la calle de Salvador de Madariaga con la avenida de Badajoz, muy cerca del Tanatorio de la M-30.
En un primero momento, los policías le confundieron con un mendigo que estaba durmiendo, pero tras comprobar las características físicas del fugado comprobaron que se trataba de un hombre fallecido.
[Hallan el cadáver de Alfredo 'El Gorila', el asesino de Esteban, el portero de Ciudad Lineal]
Según informa Europa Press, la autopsia practicada este fin de semana por médicos forenses en el Instituto de Medicina Legal ha determinado que el cuerpo pertenece a Alfredo F.C., alias 'El Gorila', de 61 años.
Todo indica que murió el propio jueves, después de asesinar el martes a Esteban, el portero de la finca de la calle Alcalá número 366. La necropsia señala que murió por una herida sangrante presumiblemente autoinfringida por un cuchillo en la cabeza.
Agentes del Grupo V de Homicidios de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Madrid llevaba varias horas buscándole por la zona, después de comprobar que no se encontraba en el 1º C de ese edificio, donde vivía solo tras la muerte de sus padres, ni tampoco en otro piso que tenía en la calle Palazuelos, en el distrito de Villa de Vallecas.
Al parecer, Alfredo, que se encontraba en una situación precaria y sin dinero, había tendía una discusión con Esteban y le habría matado en su propia casa. Luego habría huido con unas bolsas. El hijo del portero, llamado igual que su padre, se queja de que tardaran casi dos días en que el juez autorizara la entrada en su domicilio, donde encontraron su cadáver, pese a que las cámaras de seguridad ven a su supuesto homicida bajando las escaleras de forma precipitada.
La víctima tenía 68 años y era natural de Zamora. Le quedaban dos años para jubilarse. Llevaba 38 años trabajando en el edificio del suceso. Desapareció hacia las 18 horas del martes. Tendría que haber vuelto a su casa tras su jornada laboral, pero nunca lo hizo.
Por eso, su mujer y su hijo comenzaron a buscarle: preguntaron a los vecinos, llamaron a la Policía, también a los hospitales, pero sin éxito. No había rastro de Esteban y el tiempo apremiaba, pues podría estar todavía "con hilo de vida", tal y como apuntó su hijo a este periódico. Además, "siempre se le podía localizar, llevaba su móvil siempre con él". Finalmente, el jueves encontraron el cuerpo de Esteban en casa de su asesino. Presentaba varias puñaladas.