Un vecino de la zona de la calle Jacobeo, en Carabanchel, descuelga el teléfono el lunes por la mañana. Su barrio lleva unas horas en pleno foco mediático después de que Jhoel Antonio S. A. haya asesinado presuntamente a su expareja, Tatiana Beatriz, y a su hija de cinco años. "Me imaginé que era él (...) No es nuevo. La Policía estaba todos los días ahí. Sabían lo que iba a pasar", lamenta.
Cuando este diario contacta con este vecino, la foto de Antonio ya ha trascendido. "Ya había tenido algún altercado, yo le he llamado la atención alguna vez", asegura. "Me da rabia porque parece que puedes hacer algo más y mira...". Tatiana vivía en la misma casa con su hija Abril y otros familiares. Todos eran peruanos.
El Grupo V de Homicidios, según Europa Press, investiga si el hombre, de 26 años, residía en la planta baja del mismo bloque de pisos y si habría entrado en la vivienda de su mujer con una llave que tenía.
La relación arrastraba un pasado conflictivo. Ella había denunciado dos episodios de malos tratos en 2020, que él siempre negó. La justicia absolvió al acusado por falta de pruebas. Tatiana, que se retractó durante el proceso, ya no tenía medidas de protección.
Cuando llegaron al lugar de los hechos, los agentes se encontraron a Tatiana en estado muy grave. Tenía heridas torácicas por todo el cuerpo. Aunque tuvo tiempo para decirle a los policías que creía que Antonio había atacado también a uno de sus hijos. En la vivienda, efectivamente, hallaron a la niña de cinco años degollada.
Los sanitarios no pudieron salvarle la vida a Tatiana ni a Abril. Pero sí trasladaron en estado grave al Hospital 12 de Octubre a Antonio, que intentó suicidarse cortándose el cuello. En el domicilio también vivía un matrimonio con sus dos hijos, con los que compartía piso la víctima y que no fueron agredidos por el presunto asesino.
Absuelto de malos tratos
Antonio ya había amenazado supuestamente en otras ocasiones a la víctima, aunque sobre él no pesaba en la actualidad ninguna orden de alejamiento.
Fuentes judiciales confirman que Tatiana había denunciado en los tribunales hasta dos episodios de malos tratos. Uno habría ocurrido en julio de 2020 y el otro, el 6 de septiembre de ese año. De hecho, estaba incluida con riesgo alto en el sistema VioGén, aunque el aviso estaba ya inactivo.
Tatiana denunció a Antonio en septiembre de 2020 en la comisaría de la Policía Nacional en Torrejón de Ardoz. El padre de la víctima, Fran Luis, que convivía con ellos, llegó a aconsejarla que no lo hiciera, aunque la joven finalmente decidió tomar acciones legales una semana después.
Los agentes valoraron la situación y concluyeron que sí necesitaba protección con especial relevancia. Además, de manera complementaria, el Juzgado de Instrucción Número 4 de Torrejón prohibió a Antonio acercarse a menos de 500 metros de la que entonces era su pareja.
El caso recayó en el Juzgado de Violencia sobre La Mujer Nº 4 de Madrid. A las pocas semanas, denegó la orden de protección por no "no concurrir la situación objetiva de riesgo que exige la ley". También pesó en esta decisión que Tatiana no denunciara en un principio.
Cuando la víctima demandó a Antonio una semana después -según declaró ella en el Juzgado y consta en el auto- "no fue por su protección, sino por intentar evitar que el investigado se llevara a su hija a Perú".
El Juzgado no encontró "indicios" de que el investigado agrediera a la mujer en julio ni pruebas de "amenazas simultáneas con cuchillos" en el episodio de septiembre.
Una vez levantadas las medidas de protección, el procedimiento penal siguió adelante. Jhoel Antonio fue absuelto en diciembre de 2022 en un juicio donde la mujer se detractó y dijo no recordar lo sucedido. La sentencio cobró vigencia el 9 de enero de 2023.
Un informe forense realizado en el Hospital Universitario de Torrejón tras el episodio de septiembre de 2020 recoge que la mujer padeció una "contractura cervical y hematoma en brazo derecho" que tardaron en sanar. Como el acusado negó los hechos, la mujer se desdijo del tipo de maltrato que había denunciado y no había otros testigos presenciales, no se pudo concluir que las heridas las había provocado Antonio.
Este mismo lunes también se ha confirmado la muerte de una mujer de 37 años que fue estrangulada el sábado presuntamente a manos de su marido, un capitán del Ejército de Tierra. Con estos dos crímenes son ya siete las víctimas mortales de la violencia machista en la Comunidad de Madrid en 2023.