El número 1 de la calle Salamanca, en Parla, funcionaba con un punto habitual de venta de drogas. El pasado 14 de diciembre, una joven de 23 años se desplazó hasta ahí con la intención de comprar cocaína. Una vez dentro, no pudo salir. 

Comenzaron así tres días de infierno a manos de seis toxicómanos que la secuestraron, la violaron en repetidas ocasiones y la obligaron a consumir drogas. Tres días después, la víctima consiguió ponerse en contacto con una amiga a través de WhatsApp y pedir ayuda. 

La amiga llamó inmediatamente al 091 y avisó de lo que estaba ocurriendo. Una patrulla de Policía Nacional se presentó en el lugar junto con la amiga de la víctima. Los agentes llamaron a la puerta y les abrió una mujer, que afirmó que la joven se encontraba bien y que no le pasaba nada.

Pero la víctima salió a continuación del lugar, llorando y corroborando todo lo que le había contado a su amiga, es decir, que le estaban coaccionando para mantener sexo con varios hombres y para consumir cocaína. Llevaba dos días sin dormir bajo el yugo de sus captores. 

Por ello, los policías identificaron a todos los moradores de ese local, pese a su resistencia. La agredida identificó a varias personas y afirmó que le habían quitado el móvil tras hablar con su amiga. Luego fue llevada por los agentes al Hospital de Parla, donde fue atendida y recogió un parte de lesiones.

Con él, acudió a presentar una denuncia en comisaría. Allí relató que acudió voluntariamente el 14 de diciembre a comprar cocaína al local, donde se quedó a dormir a cambio de limpiar sus instalaciones. Pero a la mañana siguiente le impidieron por la fuerza abandonarlo.

Además, le obligaron a tomar tanta cocaína que se desmayó. Y cuando se recuperó tuvo que practicar felaciones contra su voluntad. Por ello, la joven llamó a su amiga pero sus captores se enteraron. Entonces, le exigieron que le entregaron su móvil, que había escondido.

Para lograrlo, los arrestados se volvieron más violentos, la humillaron y la amenazaron con torturas e incluso con la muerte. "Te vamos a torturar hasta que desees morir", le llegaron a decir, según recoge Vozpópuli. 

Fue en ese momento cuando llegaron los agentes nacionalnes al local y, tras el testimonio la víctima, detuvieron a seis hombres y una mujer por detención ilegal y coacciones. Los detenidos tienen en 40 y 61 años. Además, a los varones les acusaron también de agresión sexual.