La Guardia Civil se afana en esclarecer el crimen de Amelia, Ángeles y Pepe Gutiérrez Ayuso, los tres hermanos hallados muertos en Morata de Tajuña (Madrid) este jueves. La hipótesis más probable que barajan los investigadores es que fueran asesinados por un ajuste de cuentas, fruto de las deudas contraídas por las hermanas.
Los esfuerzos de los investigadores se centran ahora en dar con un hombre de origen pakistaní que agredió a Amelia. Actualmente, es el principal sospechoso del presunto crimen. Los hechos tuvieron lugar el año pasado. Los hermanos le alquilaron una habitación de su casa a este hombre con el objetivo de poder conseguir más dinero para seguir alimentando la estafa de la que estaban siendo víctimas.
"Apareció de la nada", explicó Enrique, amigo de las víctimas, sobre la misteriosa figura de este hombre. Durante varios meses, los hermanos compartieron techo con este personaje.
En el tiempo que vivió en el número 4 de la travesía del Calvario -la misma casa donde tuvo lugar el crimen- mantuvo un perfil bajo, según explican los vecinos. "Cuando iba a la compra con ellas y se paraban a hablar, él se apartaba", afirma el citado amigo.
Con el paso del tiempo, las hermanas terminaron debiéndole dinero a este hombre. "Unos 60.000 euros". Parece inverosimil que un casero le deba dinero a su inquilino. Hay versiones que apuntan a que las hermanas llegaron a robarle dinero en efectivo.
Sea como fuere, la situación llegó a tal extremo que el hombre agredió a Amelia, la pequeña de las hermanas y la que "cortaba el bacalao" en la familia. "Le dio un martillazo en la cabeza", afirma Enrique y corroboran varios vecinos consultados.
A partir de aquí, las versiones empiezan a diferir. Hay quien asegura que, tras la agresión, Amelia no denunció al pakistaní. Otros medios, en cambio, han publicado que denunció y, además, que el sujeto entró en prisión por intento de asesinato. Este periódico ha podido comprobar que sí que hubo denuncia, pero no ha podido confirmar que el hombre pasara por la cárcel.
Asimismo, hay voces en Morata de Tajuña que aseguran que recientemente una persona con un machete amenazó a las hermanas. Ni la Policía Local ni la Guardia Civil han nombrado este episodio.
En cambio, la Benemérita informó el pasado viernes de que habían encontrado en la escena del crimen una pistola de fogueo. Por el momento, se desconoce a quién pertenecía el arma.
La estafa de Edward
La razón por la que estas hermanas estaban arruinadas es porque llevaban años siendo víctimas de una estafa del amor. Las mujeres estuvieron entre siete y ocho años enviando dinero a un supuesto militar estadounidense destinado en Afganistán con quien habían iniciado una falsa relación a distancia.
El tipo en cuestión se hacía llamar Edward y aseguró que un compañero se había enamorado de Ángeles, la mayor de las dos hermanas. Así pues, ambas hermanas creyeron estar viviendo el idilio de un amor a distancia con dos militares estadounidenses.
En un momento dado, les hicieron creer que el novio de Ángeles había muerto dejando detrás de sí una herencia de siete millones de euros que querían hacerle llegar a las hermanas a España.
Los estafadores las convencieron de que para hacerles llegar ese dinero debían pagar una serie de servicios, traslados y viajes. Así, llegaron a estafarles "entre 300.000 y 400.000 euros", según explicó Enrique.
De esta manera, las hermanas dilapidaron la generosa herencia que les habían dejado sus padres. Asimismo, les pasaban directamente su pensión y la de Pepe, el tercer hermano, que sufría una discapacidad intelectual.
Fruto de esta ruina, las hermanas empezaron a pedir dinero a sus conocidos y a contraer numerosas deudas. Cuando estos no se lo daban, les dejaban de hablar. Perdieron contacto con muchos amigos por esta razón.
Por eso, la hipótesis que más fuerza cobra es un crimen por un ajuste de cuentas. Y la primera persona que figura en el radar de la Guardia Civil es el inquilino pakistaní. Los tres cuerpos fueron hallados apilados, con restos de sangre y parcialmente quemados. Esto refuerza la hipótesis de que murieran asesinados.